De hecho, Karina Milei había estado en desacuerdo con él desde hace tiempo, y su oficina se había convertido en una “cáscara vacía”. La organización que estaba bajo el mando de Serenellini ha sido integrada por el vocero Manuel Adorni, quien sigue ganando influencia y poder de la mano de Karina.
Por ahora, “no hay claridad sobre quién asumirá su oficina”, informaron fuentes oficiales, y añadieron: “Nadie la ha solicitado aún”.
En el ámbito de Karina, había un fuerte descontento hacia la administración de Serenellini, lo que ha llevado a muchos a criticar al ex Secretario: “Es necesario purificar y limpiar el entorno laboral del presentador de televisión”, bromeaban al respecto.
En particular, Adorni señaló que la clausura de la estructura resultará en un ahorro para el Estado. El personal se redujo de 600 a 289 empleados, lo que representó un total de 311 despidos. Además, según lo mencionado por el portavoz, también se produjeron recortes en la Dirección Nacional de Contenidos Audiovisuales.
El reajuste del organigrama ocurre en una etapa en la que el emblemático Víctor Bugge se retira. La imagen con Adorni buscó transmitir serenidad en su despedida, sin embargo, desde el propio entorno karinista han surgido críticas hacia el reconocido fotógrafo de la Presidencia.
La secretaría que hasta este martes lideraba Serenellini —que el año pasado gestionó aproximadamente $4.871 millones debido a la extensión del presupuesto 2023— será absorbida en la estructura que ya administra Adorni. Un dato político interesante emerge de esta situación: la subsecretaría de Javier Lanari, quien en la práctica actúa como el brazo derecho de Adorni y su aliado en el manejo de los medios de comunicación, estuvo hasta este martes bajo la jurisdicción de Serenellini, cuya gestión se centró en desempeñar funciones de relaciones públicas, organizando reuniones con organizaciones de la sociedad civil e incluso con la Sociedad Rural.
Según el informe de Francos, Lanari tiene a su cargo a otras 60 personas (además de los 208 empleados del equipo de Adorni), quienes en su mayoría trabajan en lo que el Gobierno denomina la “usina”, el área encargada del clipping (un resumen de recortes de publicaciones en medios que interesan a la Casa Rosada) y de transcribir los discursos de Milei.