La familia es el ámbito natural donde se transmite, cuida y valora la vida de cada ser humano. Es la unión de personas que comparten un proyecto de vida común, con relaciones afectivas duraderas y en la que las personas adultas son responsables del cuidado y educación de los hijos.
Cuando se mencionan las conductas antisociales, especialmente las adicciones, generalmente el análisis nos lleva a hablar de la familia. En este sentido existe hoy en la Argentina una gran preocupación sobre este problema, con las consabidas consecuencias entre las personas, las que van desde el ocasional consumo hasta la muerte inexplicable de tantos jóvenes en nuestro país.
Podemos decir, además, que hay una víctima silenciosa de las extremas desigualdades sobre la que se habla muy poco: la juventud.
Esto puede ser peligroso porque crea imaginarios colectivos, como asociar la droga a la pobreza, a los menores o a algún tipo de segmento social, polarizando el problema y generando soluciones reactivas a problemas de fondo. O, mucho peor, criminalizando a la juventud como la causante y no la víctima del problema.
Es importante destacar que entre las drogas más peligrosas debemos mencionar al alcohol como la puerta de entrada y como aquella sustancia que ha logrado un lugar aceptado en las casas, mostrando, una vez más, la importancia de los padres y las familias en la prevención.
No solamente las adicciones sino muchas conductas que hoy se ven en los jóvenes tienen su raíz en las familias, y eso indica que haciendo foco en ellas se pueden lograr resultados muy positivos.
Hoy el Estado, con un trabajo muy intensivo desde muchas áreas, pone el acento en la contención de los casos emergentes y debe seguir haciéndolo, pero desde el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires se ha dado un paso importante también en materia de prevención.
Por este motivo y por muchos otros que tienen que ver con la prevención de conductas antisociales y la promoción de políticas públicas con perspectiva de familia, ha nacido la Dirección de Desarrollo Familiar dependiente de la Vicejefatura de Gobierno, que tiene por objeto ir en búsqueda de los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires para promover y generar en ellos medidas y acciones tendientes a posicionar a la familia como agente primario de la prevención y formar a los jóvenes como los futuros protagonistas de la constitución familiar.
La visión de la Dirección es trabajar para impactar positivamente en el desarrollo de la familia para que cada persona pueda crecer en ella y, a partir de ella, en todos los ámbitos de la vida social.
A esta altura de lo descripto y teniendo en cuenta que estamos en búsqueda de la mejora en la calidad de vida de nuestros ciudadanos vale una pregunta: ¿por qué la familia importa?
Lo vamos a responder con dos testimonios muy interesantes desde la mirada económica y estratégica de un Premio Nobel de Economía y de un primer ministro.
“La familia es el mejor Ministerio de Asuntos Sociales, es la red que sostiene a las personas desempleadas y cuando pasan dificultades de cualquier índole. Se puede añadir que es también el mejor Ministerio de Igualdad, porque se respeta a cada uno de sus miembros como es y se atiende a cada una de sus necesidades para que alcance su pleno desarrollo. Un país sin personas no contará con el capital humano ni con la mano de obra necesaria para seguir generando riqueza. Solo con familias se puede resolver el problema de la pobreza material y espiritual en el mundo.” Gary Becker, Premio Nobel de Economía.
“Para mí, nada importa más que la familia. Es el centro de mi vida y el corazón de mi política, porque es la familia la que educa a los niños, enseña valores, pasa conocimientos, instala en todos la responsabilidad de ser buenos ciudadanos y vivir en armonía con otros. Entonces, para alguien de mi perspectiva política que cree en construir una sociedad fuerte de abajo hacia arriba, no hay un mejor lugar que empezar por la familia. Porque es en la familia donde el verdadero poder reside. Así sea el manejo del crimen y el comportamiento antisocial o las deudas o la adicción a las drogas, se trate de la independencia de la riqueza o mejorar los resultados académicos –cualquiera sea el tema social que queramos tratar–, la respuesta debe siempre comenzar con la familia.” David Cameron, primer ministro del Reino Unido.
La perspectiva de familia en la política implica que ella sea considerada como un sujeto social prioritario para el Estado, más allá de los individuos que la componen.
El sueño compartido por todos es el que también hemos planteado: que Buenos Aires sea reconocida como la ciudad del mundo que mejor acompaña el desarrollo de las familias. Por eso nos hemos planteado el desafío y por eso estamos más convencidos que nunca de que la familia es el agente primordial en el desarrollo de los valores cívicos, de la mejora en la convivencia social y en la prevención de conductas antisociales.
*Director General de Desarrollo Familiar, dependiente de la Vicejefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires