El jueves por la madruga se incendió un conventillo en el barrio de La Boca. En el edificio había 22 personas: 9 mujeres de entre 19 y 25 años y 13 niños, cuyas edades van desde el año hasta los cuatro años. Ese mismo jueves concurrieron a la Secretaría de Desarrollo Social para pedir ayuda. Como no tuvieron la respuesta esperada, las familias tuvieron que ir a dormir a casas de familia y algunas se quedaron en el Comedor Comunitario Bokita’s.
El viernes por la tarde, el responsable del Comedor decidió pedir ayuda, dada la inacción del Gobierno porteño. La primera en llegar fue la diputada Sandra Bergenfeld, presidenta de la Comisión de Vivienda de la Legislatura porteña, quien inmediatamente comenzó las gestiones para conseguir los elementos que fueran necesarios y una respuesta del Ejecutivo.
Inmediatamente llegó la diputada María Soledad Acuña, presidenta de la Comisión de Mujer, Infancia, Adolescencia y Juventud. En diálogo con NOTICIAS URBANAS, Acuña señaló que "como no había cámaras el Gobierno de la Ciudad no daba respuestas. Cuando fue el incendio de Darwin había hasta profesores de Educación Física, y para estas mujeres sólo hubo 100 pesos".
Cabe mencionar que las personas evacuadas estaban con lo puesto y no sólo necesitaban alojamiento y comida, sino también ropa y documentación. "Vino la gente del Programa Buenos Aires Presente (BAP) y les dejaron unas frazadas, siete paquetes de arroz y fideos, y dos latas de salsa. Realmente lamentable", añadió Bergenfeld.
Las macristas coincidieron a la hora de reconocer la actitud del flamante responsable de la secretaría de Desarrollo Social, Jorge Telerman. El vicejefe de Gobierno, que ocupará esta área en reemplazo del renunciante Rafael "Balito Romá", puso manos a la obra ni bien se enteró de la situación. "Consiguió unos hoteles para que pasaran el fin de semana y este lunes va a recibir una propuesta nuestra para un plan piloto de alquiler social para que este grupo de chicas no tenga que separarse", añadieron.
Por lo pronto, las legisladoras recorrieron los hoteles para ver sus condiciones y tranquilizar a las familias. Además hicieron una colecta de ropa para que pudieran vestirse apropiadamente.