Agarrate Catalina le puso el pecho al fin del mundo

Agarrate Catalina le puso el pecho al fin del mundo

La murga reestrenó en la avenida Corrientes su espectáculo “Esperando el fin del mundo” que logró ovaciones. La noche terminó con centenares de personas cortando el tránsito con el Obelisco de fondo.


Si existía una noche ideal para reestrenar “Esperando el fin del mundo” era la del 20 de diciembre, a horas de que la extinción vislumbrada por los mayas, entre otros, comenzara. La murga uruguaya Agarrate Catalina parece haber dado cuenta del detalle y no sólo reestrenó su espectáculo sino que también repasó otros puntos altos de su carrera.

Ante un Gran Rex repleto, La Catalina se dispuso a hacer lo que mejor le sale: tomar la realidad, pasarla por su filtro y devolverla en canciones que componen un show que lleva al espectador de la risa a la reflexión profunda en apenas segundos.

La caricatura, la parodia y la deformación son algunos de los elementos que Agarrate Catalina utiliza para componer sus letras; pero para lograr el efecto esperado hay que tener la sensibilidad necesaria para darse cuenta qué caricaturizar, y los uruguayos parecen haber encontrado el método. Tienen la frescura y los sentidos agudizados para posar la vista sobre los temas más sensibles o urgentes y tratarlos con delicadeza y dureza al mismo tiempo, que deja por momentos perplejo a más de uno.

Lookeados de cucarachas para resistir el fin del mundo, los uruguayos tocaron temas como la violencia, las guerras, el ser humano y sus miserias, los dioses y todo, mixturado con el hipotético fin del mundo.

Los aplausos recogidos a lo largo de toda la noche por La Catalina fueron apasionados por rendirse ante las voces impecables, en reconocimiento por los disfraces y la puesta en escena del show, arrancados ante los invitados que subieron al escenario -Tabaré Cardozo, Emiliano Muñoz y la Orquesta Típica Fernández Fierro-; y algunos aplausos fueron también con la cabeza apenas gacha al reconocer que la murga dio en el clavo con una conclusión, dejando en off side a gran parte del auditorio.

Luego de las 00 horas, el mundo indefectiblemente no se terminó y la mejor manera de festejarlo fue cantando. La murga comenzó su retirada y acompañada por el público cortó la avenida Corrientes durante varios minutos en los que las voces de quienes vivieron la noche desde abajo y quienes la protagonizaron desde arriba de las tablas se unieron con el obelisco de fondo. Una postal que quedará grabada en la mente de todos quienes formaron parte.

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