El auto del secretario general de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra) de Chaco, Gabriel Fernández, fue baleado este lunes por la noche y su hijo se encuentra en grave estado, luego de haber recibido seis balazos. La principal hipótesis gira en torno a un ajuste de cuentas.
El gremialista circulaba por la calle Larroque al 1100 cuando una balacera comenzó a sacudir el coche de Fernández. Su hijo, un joven de 17 años, recibió el impacto de seis tiros: dos disparos en el pecho y al menos otros cuatro en distintas partes del cuerpo. En tanto, el sindicalista se encuentra fuera de peligro, pese a que una bala le rozó la cabeza.
Por el accionar, los investigadores siguen la pista de un “ajuste de cuentas”. De acuerdo a la reconstrucción de los testigos, un vehículo de puso a la par del BMW color blanco en el que el secretario general de la Uocra de Chaco y al llegar al cruce de Larroque y Tucumán, sin mediar palabra, abrió fuego contra el auto.
Junto a los dos hombres heridos iba una joven de 24 años que resultó ilesa y fue quien pudo declarar ante la Policía cómo fue la secuencia.
Si bien en un primer momento se creyó que se había tratado de un intento de asalto, los delincuentes escaparon sin robar absolutamente nada por lo que por estas horas la investigación apunta a un posible ajuste de cuentas.