Acevedo afirmó que “por ahora” no se prevén despidos en la compañía siderúrgica aunque advirtió que “probablemente tengamos que renovar el tema de las suspensiones un poco más adelante”.
“Tomamos la medida de suspender un turno en la acería por problemas de caídas en las ventas y tuvimos que regular la producción a la demanda del mercado. Si el mercado continúa como tenemos previsto, probablemente tengamos que renovar el tema de las suspensiones un poco más adelante. Pero depende mucho del mercado”, planteó, al tiempo que aclaró que “por ahora no estamos previendo despidos”.
El directivo también discrepó con el manejo del gobierno en el litigio con los holdouts al opinar que por su “experiencia en la banca internacional” cree que “esto se podría haber negociado”.
En una entrevista con el diario Perfil, explicó que el proyecto de reforma a la ley de Abastecimiento le genera “desconfianza por lo que puede llegar a salir de una revisión total de la ley”, por lo cual juzgó que no es momento de tomar decisiones de ampliar la producción, sino de “esperar a ver qué es lo que ocurre, qué es lo que sale del Congreso y en base a eso tomar las decisiones futuras”.
Al hacer un balance de herencia que dejará la última década, Acevedo reflexionó: “¿Buena? No se me ocurre rápidamente ninguna. Mi opinión es que nos deja varias herencias malas de todo tipo”.
“Se ha generado una división en la sociedad, se ha perdido el respeto por la ley y por el sistema judicial, se ha perdido la calidad y la intensidad de la educación, se ha perdido el concepto del trabajo” enumeró el empresario, quien estimó que son cuestiones que “llevarán mucho tiempo revertirse”.
Además, señaló que “Argentina tiene un problema de corrupción, tiene un problema de falta de instituciones legales y de cumplimiento de las leyes, y tiene un problema de individualismo”.
Por otra parte, Acevedo sostuvo que en el actual contexto económico la empresa ha “perdido competividad” pero aseveró que no es “partidario de la devaluación”.
Consultado sobre si hoy podría fundar Acindar, como lo hizo su abuelo, admitió que él personalmente “no la fundaría” porque “no están dadas las condiciones”. “Hoy no lo haría. Hacen falta inversiones muy significativas, hace falta mucho esfuerzo, mucho capital y un horizonte de largo plazo, y hoy no están dadas las condiciones”, concluyó.