El presidente Alberto Fernández, junto a la primera dama Fabiola Yañez, participó el miércoles del acto central de conmemoración por el bicentenario de la Promulgación del Plan de Iguala, programa político que estableció, el 24 de febrero de 1821, las bases para la Independencia de México, al que fue invitado especialmente por su par Andrés Manuel López Obrador.
“El Plan de Iguala es un ejemplo de que en la diversidad, entre el pasado y el presente, puede haber un punto de encuentro donde los pueblos sean libres y las sociedades más justas”, señaló el Jefe de Estado.
Afirmó que “no es un sueño pensar en una América Latina integrada, unida, que luche en conjunto para sacar de la pobreza y la marginalidad a los millones de compatriotas de la patria grande que están sumidos en ese lugar”.
Fue al hablar en la ceremonia que tuvo lugar en el Cerro del Tehuehue, en la ciudad de Iguala de la Independencia, estado de Guerrero, en la que también se recordó la creación de la Bandera Nacional y la constitución del primer ejército, el Trigarante.
Fernández señaló que quienes lucharon por las independencias de ambas naciones fueron “hombres y mujeres capaces de enfrentar al pasado que quería sostenerse y construir un futuro que nuestro continente reclamaba”.
“La disyuntiva de hoy no parece ser distinta, seguimos discutiendo entre los que quieren sostener el orden establecido y los que queremos un sistema distinto”, reflexionó Fernández.
“Cuando el desánimo aparece tenemos que encontrar en los San Martín, en los Belgrano, en los Güemes, en Juana Azurduy, en Bolívar, en Guerrero, en Hidalgo, los nombres que nos den la fuerza para poder volvernos a poner de pie y recuperar la lógica de preocuparnos por los más humildes, por los que menos tienen y fortalecer una igualdad que en América latina no existe”, afirmó.
Por su parte, López Obrador, quien estuvo acompañado por su esposa Beatriz Gutiérrez Müller, agradeció la presencia de Alberto Fernández y destacó que “no nos pueden quitar nunca el derecho a la esperanza cuando existe sincera voluntad política y verdadero amor al prójimo, cuando se le tiene amor al pueblo”.
“México y Argentina son naciones hermanas. Nuestros pueblos han luchado siempre por la libertad, la justicia y la democracia y por la defensa de la soberanía y en no pocas ocasiones esas luchas se han entrelazado”, el presidente mexicano y recordó que hace 45 años la dictadura militar “provocó un éxodo de argentinos que residieron en este país, cosa que nos llena de orgullo, la condición de asilados y que enriquecieron nuestra cultura, la academia, las ciencias y las artes y otras dimensiones de México”.
También estuvieron presentes los ministros de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Felipe Solá; y de Economía, Martín Guzmán; la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca; los secretarios General de la Presidencia, Julio Vitobello; de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz; y de Comunicación y Prensa, Juan Pablo Biondi; el embajador argentino en México, Carlos Tomada; el diputado nacional Carlos Selva y el asesor presidencial Ricardo Forster.
Luego de que López Obrador izara la bandera en el asta monumental ubicado en el cerro, hicieron uso de la palabra el gobernador del Estado de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, y el director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Diego Prieto Hernández.
El denominado Plan de Iguala fue un documento de carácter político, proclamado por el militar Agustín de Iturbide, que se dio en el contexto del proceso de la independencia mexicana y que básicamente proponía dar por terminada la guerra entre México y España, que fue aceptado por el principal militar insurgente, Vicente Guerrero.