El presidente Alberto Fernández le respondió el miércoles al gobernador de Mendoza, el radical Rodolfo Suárez, quien no recibiólo en su visita a la provincia.
“Hubiera sido muy bueno que esté, quizás alguien lo confundió al gobernador. Yo no estoy haciendo campaña electoral acá, yo recorro el país intentando llevar soluciones a quienes necesitan”, dijo el Presidente, en un acto que tampoco contó con la presencia de autoridades del PJ provincial ni de La Cámpora.
“Lamento que Rody no esté entre nosotros, creo que se equivocó. Igual le mando un abrazo y espero que sigamos trabajando juntos”, agregó el jefe de Estado, quien realizó estas declaraciones al inaugurar junto al ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, la ampliación de la Planta Depuradora de Líquidos Cloacales, en la localidad de El Paramillo.
La atención estuvo puesta en que Fernández no fue recibido en la provincia por su gobernador, quien hasta pensó provocó su visita. Suárez sostuvo que Fernández perjudicó a Mendoza con la decisión que tomó en relación con la obra Portezuelo del Viento, en la que dictaminó que se deberían realizar mayores estudios de Impacto Ambiental y remitir esos trabajos al Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (Coirco).
Tampoco estuvieron junto al Presidente la titular del PJ mendocino, Flor Destéfanis, quien argumentó que está de licencia. Encima el partido emitió un frío mensaje a través de su cuenta en Twitter recibiendo la bienvenida aa Alberto F.
Quien también estuvo ausente en el acto fue la senadora K Anabel Fernández Sagasti, una de las legisladoras más cercanas a Cristina Kirchner y una de las referencias de La Cámpora, la agrupación que encabeza Máximo Kirchner.
Así fue que el Presidente dio cuenta de los casi 100.000 millones de pesos en obras públicas que el Gobierno destinó a Mendoza durante su mandato y dijo que se queja del fallo del máximo tribunal considerando que el dinero que regresa a la Ciudad podría ser destinado a obras en el interior del país.
“Por eso yo me quejo tanto cuando un fallo de la Corte dice ‘no, páguenle más a la ciudad de Buenos Aires’, porque eso es en detrimento del interior del país”, remarcó.
Y siguió, enfático: “No es plata que le sacan al Estado, el Estado no tiene esa plata para gastarla, la tiene para gastarla en ustedes, en el interior. También en la Ciudad de Buenos Aires, porque el otro día inauguramos casas y durante nuestra gestión la Ciudad se llevó casi 2 mil casas para porteños que la necesitan”.
Sobre el final de su discurso, Fernández insistió en la idea de “parar con los gritos” al sostener que “la política no tiene ningún sentido” si se usa para pelear.
“La política no tiene ningún sentido si la vamos a usar para pelearnos, confrontarnos, ya nos maltratamos mucho, ya nos gritamos demasiado”, señaló el Presidente.
Y cerró con un pedido: “Paremos un poco, empecemos ahora que podemos, que vemos un horizonte más despejado, paremos los gritos, la altanería, paremos de maltratarnos y empecemos un diálogo fructífero porque con ese diálogo va a crecer la Argentina que necesitamos que crezca”.
La política no tiene ningún sentido si la vamos a usar para confrontarnos, ya nos maltratamos mucho. El verdadero sentido de la política es mejorar la vida de la gente.
Empecemos un diálogo fructífero para hacer crecer la Argentina que necesitamos. #PrimeroLaGente 🇦🇷 pic.twitter.com/L9I5woAIbn
— Alberto Fernández (@alferdez) January 18, 2023
El desplante de Suarez
“No quiero ser hipócrita; no voy a acompañar a Alberto Fernández en su visita a Mendoza”, decía el martes Rodolfo Suarez.
En ese momento, el gobernador acusó no estar de ánimo para recibir al Presidente luego del laudo por Portezuelo del Viento, que fue contrario a los intereses de la provincia.
Así, el representante oficial del Gobierno fue el ministro de Planificación e Infraestructura, Mario Isgro, quien incluso ocupó un lugar en la mesa principal del acto que se llevó a cabo en Lavalle.
“Alberto está en modo campaña, él mismo lo ha dicho”, decía Suárez argumentando su ausencia.
