Las y los diputados de la Coalición Cívica, que lidera Elisa Carrió, habían presentado un proyecto de ley para intervenir «los Poderes Ejecutivo y Judicial de la provincia de Formosa, con el fin de garantizar la forma Republicana de Gobierno», tras las denuncias contra el gobernador Gildo Insfrán por el estado de los centros de aislamiento. El vicegobernador formoseño, Eber Solís, acusó a la oposición de tener «propuestas fascistas y autoritarias» a través de una solicitada.
A las voces de dirigentes políticos opositores se sumó este domingo una carta firmada por 15 sacerdotes de la Iglesia Católica, que apuntan contra Insfrán por las medidas autoritarias. «Gran parte del pueblo no quiere ser llevado a centros de aislamiento, busquemos juntos entre todo lo que menos duela y lastime», agregaron los sacerdotes, para dar pie a la crítica más dura hacia Insfrán y su gobierno: «Las medidas que toma son llevadas adelante con un nivel de autoritarismo que nos recuerdan a oscuras épocas de nuestra Patria».
Mientras tanto, en la vereda contraria a las críticas, el PJ emitió un comunicado respaldando al formoseño, denunciando una “feroz campaña política y mediática” contra el manejo de la situación sanitaria en Formosa en detrimento del gobernador Insfrán y resaltando que esa provincia logró tener “la menor cantidad de contagios y de muertes por Covid-19” del país.
“La política sanitaria desplegada por el gobierno de Formosa logró tener la menor cantidad de contagios y muertes por Covid-19 en la Argentina”, sostuvo el comunicado firmado por el presidente del PJ, José Luis Gioja, entre otras autoridades.
Al respecto, el texto indicó que, “en una pandemia, la principal obligación de todo gobierno es defender la salud y la vida de su comunidad” y que Formosa se “destaca especialmente por los indicadores sanitarios logrados en defensa de su población”.
“La feroz campaña política y mediática desatada nuevamente en contra de esa provincia no puede tener como verdadero fundamento, por ende, una preocupación sanitaria ni, mucho menos, un interés por el bienestar del pueblo formoseño”, añadió el comunicado.
En ese sentido, el documento partidario resaltó que “los insólitos pedidos de intervención federal y las permanentes operaciones motorizadas por sectores de la oposición al gobierno nacional dejan en evidencia la intencionalidad política de la permanente campaña de desprestigio contra Formosa”.
Desde Casa Rosada, por el momento la posición del presidente Alberto Fernández se mantiene en línea con el PJ: descartar la intervención de la provincia y respaldar al gobernador Insfrán, haciendo caso omiso a los reclamos opositores pero desconociendo también la denuncia planteada desde Amnistía Internacional, luego que el organismo denunciara la violación de Derechos Humanos tras la detención de dos concejalas opositores que denunciaron y se manifestaron contra la gestión provincial.
Por el momento, el resto de los gobernadores, tanto oficialistas como opositores, evitan pronunciarse respecto a su par formoseño, que permanece en el ojo de la tormenta.