En medio de las turbulencias cambiarias, el Presidente hace tiempo a la espera de que las reuniones de Silvina Batakis en Washington y una liquidación acelerada del campo le den aire para continuar con su plan y no con el que pretenden sus socios.
La llegada de Batakis al gabinete trajo hasta ahora pocas medidas económicas. Ya no son solo los socios principales del Frente de Todos, sino que hasta los propios funcionarios cercanos al Presidente comienza a pedir celeridad y reacción.
Después de haber retomado el diálogo y que cada uno haya marcado su posición, Cristina Kirchner y Sergio Massa esperan el movimiento del Presidente.
El sábado, Batakis estuvo en el Ministerio hasta horas antes de viajar. El viernes se había reunido con Alberto Fernández y el titular del Banco Central, Miguel Pesce. Se llevó un paquete de medidas para abrir la discusión con la titular del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, con la premisa de que la guerra en Ucrania “cambió los escenarios sobre los que trabajamos el plan”, aseguran en la intimidad presidencial.
El propio jefe de Estado le pidió al titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa; el canciller, Santiago Cafiero; y el embajador en Estados Unidos, Jorge Argüello, que refuercen la agenda de la ministra que también será recibida por el Tesoro norteamericano e inversores extranjeros.
Desde hace semanas, sobre todo desde la renuncia de Martín Guzmán, el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, pide acelerar en un plan económico que ya fue presentado a sus otros dos socios.
El Presidente asegura estar agradecido con el titular de la Cámara de Diputados por haber estado presente en las últimas semanas, sobre todo, en los días posteriores a la renuncia de Guzmán, cuando se recluyó en la Quinta de Olivos. Con su socia, Cristina Kirchner, continúa manteniendo conversaciones por chat. Pero ahora son hasta los propios, como el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, quienes aseguran que ya no queda tiempo.