El presidente Alberto Fernández anunció este viernes el entendimiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para restructurar la deuda y afirmó que el país tenía “una soga al cuello, una espada de Damocles y ahora tiene un camino que puede recorrer”, a la vez que remarcó que el acuerdo permite “ordenar el presente y construir un futuro”.
En el comienzo de su discurso, el mandatario indicó: “Quiero anunciarles que el Gobierno de la Argentina ha llegado a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional”.
A través de un mensaje grabado en la Quinta de Olivos, el jefe de Estado remarcó: “Teníamos una soga al cuello, una espada de Damocles, y ahora tenemos un camino que podemos recorrer. Sin acuerdo, no teníamos un horizonte de futuro. Con este acuerdo, podemos ordenar el presente y construir un futuro”.
En su discurso, el Presidente destacó que, a diferencia de otros acuerdos, el arribado por el ministro de Economía, Martín Guzmán, “no contempla restricciones que posterguen el desarrollo” de la Argentina.
En ese sentido, precisó: “No restringe, no limita ni condiciona, los derechos de nuestros jubilados que recuperamos en el año 2020. No nos obliga a una reforma laboral. Promueve nuestra inversión en obra pública. No nos impone llegar a un déficit cero”.
Y agregó: “No impacta en los servicios públicos, no relega nuestro gasto social y respeta nuestros planes de inversión en ciencia y tecnología”.
Asimismo, celebró que el entendimiento permite “acceder a nuevos financiamientos, precisamente, porque este acuerdo existe”. Y agregó: “Este entendimiento prevé sostener la recuperación económica ya iniciada. Prevé que no habrá caída del gasto real y sí un aumento en la inversión de obra pública del Gobierno Nacional. Tampoco dispone saltos devaluatorios”.
En tanto, en el Gobierno dejaron trascender que de la cuenta del Tesoro se debitarán este viernes los 731 millones de dólares correspondientes a un vencimiento de capital por el crédito tomado por el Gobierno de Mauricio Macri en 2018, que inicialmente fue de 50.000 millones de dólares y luego se amplió hasta 56.300 millones, de los cuales llegaron a la Argentina aproximadamente 45.000 millones.
Las posiciones se acercaron en torno a la meta fiscal. Argentina podría llegar al déficit cero en 2025, tras manejarse sin grandes condicionamientos en el gasto este año, en 2023 (cuando el Gobierno se jugará la permanencia en el poder) y en 2024. Fernández se evitaría así tener que afrontar un ajuste convencional como el que desarrolló su antecesor entre 2018 y 2019.
