Y sobre eso, Fernández fue claro: “No podemos pagar la deuda en las condiciones en las que está la economía”. A lo que agregó: “El mundo tiene que entender que no somos Macri. Nosotros no mentimos”.
Alberto Fernández le dio una entrevista al expresidente de Ecuador, Rafael Correa. Y en la misma dijo que “no es un capricho” de él “decir lo difícil que es lo que enfrentamos”, en referencia a la deuda que tiene el país. Sin embargo, aclaró que “Argentina siempre ha hecho honor a sus deudas” y que su intención es “pagar la deuda que contrajo un gobierno democrático”.
Y alertó sobre la negociación que viene: “El FMI le prestó 57 mil millones de dólares a la Argentina. Hasta el momento nos han dado 45 mil millones. Frente a esa deuda vamos a tener una negociación difícil”.
“Cuando fuimos al default dimos un plan de pago. No es que no pagamos más. Y salimos pagando. Ahora debemos hacer lo mismo”, explicó.
“Tengo muchas expectativas en que vamos a poder salir adelante. Todos saben que el FMI ha sido cómplice de lo que ha pasado. Confío en que vamos a tener una negociación cierta y vamos a poder explicar nuestra verdad”, indicó, al tiempo que resaltó: “Queremos pagar. Argentina se tiene que poner de pie. La comunidad internacional lo entiende y creo que nos va a acompañar”, agregó el presidente electo.
También criticó duro al todavía presidente de la Argentina. “Macri va a dejar 5 millones de nuevos pobres. Un 40% de la población argentina debajo de la línea de pobreza. Ese es el resultado de su gestión”, disparó.
Fernández volvió a diferenciarse del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro al decir: “Bolsonaro está enojado conmigo porque pido la libertad de Lula (Da Silva). Lo lamento mucho. Yo soy un hombre de derecho. Y en donde veo una injusticia la marco”.
Fernández también hizo hincapié en su objetivo de reflotar la Unasur. “Estoy dispuesto a usar todo el tiempo que haga falta para reconstruirla”, advirtió. En esa línea, contó que le propuso al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que “el país más norteño de América Latina y el país más al extremo sur puedan construir un eje que reviva la unidad”.