El Presidente Alberto Fernández no quiere que el jefe de Gabinete, Juan Manzur, se aleje de su cargo para competir en las elecciones de la provincia de Tucumán. El Presidente valora su tarea y no encuentra un reemplazante para ese puesto. Por eso le pidió que revea su postura y se quede hasta el final de su mandato.
Si bien en algún momento se evaluó la posibilidad de una licencia, desde el entorno del jefe de Gabinete sostienen que le propusieron “que haga un esfuerzo, que vaya y vuelva a Tucumán cuando lo considere necesario”. Lo está analizando. Aunque persisten las probabilidades de alejamiento.
Es que la intención de Manzur pasa por competir en su tierra junto a Osvaldo Jaldo (actual gobernador interino) como candidato a vicegobernador en las elecciones que se realizarán el 14 de mayo, desdobladas de las presidenciales.
Consiguió superar las impugnaciones de sectores de la oposición y quedó en carrera hacia ese objetivo. Existe la oportunidad, además, de que diagrama una estrategia para ser uno de los candidatos en la interna nacional del Frente de Todos, si obtiene el triunfo en los comicios locales.
Médico cirujano de profesión, Manzur fue ministro de Salud durante gran parte de la gestión de Cristina Kirchner, hasta que en febrero del 2015 se había alejado del Gobierno en medio de fuertes diferencias con la entonces presidenta.
Cuando recibió la oferta para ser jefe de Gabinete de la administración de Alberto Fernández, con Jaldo, quien debía transformarse naturalmente en su sucesor, hubo roces y negociaciones hasta que llegaron a un acuerdo. Habían convivido en un conflicto casi permanente ya que desde 2015 estaban enfrentados políticamente.
Esa relación tensa se fue normalizando, tras seis meses en los que casi no se hablaron. Consensuaron que Jaldo asumiera la gobernación y sobre quién debía presidir el Consejo Deliberante tucumano. Con el tiempo las heridas cicatrizaron sobre todo porque Manzur empezó a viajar casi todos los fines de semana desde Buenos Aires para no perder peso en ese territorio. Y luego llegaron a un acuerdo, ya que no puede presentarse a la reelección, para competir en mayo invirtiendo los roles: Jaldo irá en las boletas como el candidato a la gobernación y Manzur como vice.
Desde la jefatura de Gabinete también se transformó en un activo participante de todas las reuniones del grupo de los 10 gobernadores nucleados en el denominado “Norte Grande” con lo que reforzó su influencia en esa zona.
En Tucumán, saben que la elección no será fácil. Juntos por el Cambio tiene a dos aspirantes fuertes a la gobernación. Uno es el actual intendente de San Miguel de Tucumán, la capital provincial, Germán Alfaro. Con pasado en el peronismo pero ahora enrolado en las huestes de JxC, mide bien en las encuestas. El otro que aparece, es el actual diputado nacional Roberto Sánchez, ex intendente por dos periodos (del 2011 al 2019) del departamento de Concepción.
La apuesta es que con la ayuda de las listas colectoras, un sistema similar a la ley de lemas que rige en otras provincias que implementó el peronismo provincial cuando José Alperovich era el mandatario provincial, el Frente de Todos (FdT) puede revalidar su liderazgo.