Fue a solas en la Quinta de Olivos. La reunión entre el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner que se llevó a cabo este martes es la tercera en menos de un mes.
Luego de haber vuelto de Cuba donde fue a visitar a su hija Florencia, Cristina debió hacer la cuarentena obligatoria y se mantuvo al margen en el tratamiento estatal de la pandemia en su primer tramo. Sin embargo, la vicePresidenta toma ahora notoriedad e interviene en las decisiones del Gobierno, a través de mayor participación.
El encuentro, que duró al menos tres horas, fue confirmado por Alberto, tuvo lugar en la tarde de este martes, en la antesala de lo que serán nuevos anuncios del Jefe de Estado para la nueva fase de la cuarentena, desde el próximo lunes 10, y en medio de la polémica por la presunta liberación masiva de presos, que significó un masivo cacerolazo en contra del mandatario.
Cristina ingresó pasadas las 15:30 por el portón de Avenida del Libertador. Salió un rato después de las 18 y mientras ella se iba, el Presidente inició una teleconferencia con el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz, y con el subsecretario de Relaciones Financieras Internacionales, Christian Asinelli, y funcionarios del CAF (Banco de Desarrollo de América Latina).
Los encuentros entre Alberto y Cristina han sido espaciados durante la etapa del aislamiento obligatorio. El primero ocurrió en los primeros días de abril , también en Olivos, luego de que Cristina finalizará la cuarentena por haber regresado el 22 de marzo de Cuba. La vicepresidente volvió a Olivos el 16 de abril, cuando el Gobierno presentó formalmente la oferta para la renegociación de la deuda.
Sin embargo, ambos mantienen permanente contacto a través de Telegram, donde intercambian opiniones varias veces cada día. Hablan sobre la deuda, sobre los debates que habrá en el Congreso, sobre el recambio en Anses, sobre los cargos a los que accedió la última semana La Cámpora. Y hasta sobre el impuesto a la riqueza que mandó a redactar Máximo Kirchner pero que ahora se guardó hasta que arranquen las sesiones en el Parlamento con temas de coyuntura que generen consenso.
