La legisladora del Frente para la Victoria y presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Legislatura porteña opinó sobre la insistencia del oficialismo porteño de prohibir la actividad de los “acomodadores”, manifestada por el macrismo a partir de la muerte de Daniel Flores, un trapito, a manos de otro trapito, quien lo apuñaló el domingo pasado frente al zoológico porteño. “Rodríguez Larreta aprovecha un hecho de violencia entre cuidacoches para retomar sus proyectos de mano dura”, expresó Alegre.
La diputada recordó que en 2010 la gestión de Mauricio Macri le propuso a la Legislatura imponer penas de prisión para los cuidacoches, en el marco de un proyecto general de endurecimiento de las sanciones para actividades en el espacio público, bajo el pretexto de la seguridad y la recuperación del espacio público para los vecinos. “Sin embargo, la oposición logró sancionar la Ley 4.113, que reconocía y daba un marco a esta actividad informal, pero Macri la vetó. De estar vigente, la ley hubiera puesto orden a la actividad. Creaba un registro de cuidacoches y disponía que el Gobierno de la Ciudad se encargara de brindarles la indumentaria y credenciales para su identificación”, remarcó Alegre.
“Los espacios permitidos para realizar la actividad –prosiguió la legisladora– se tenían que fijar con intervención de las comunas y los lugares y horarios para cada cuidacoche iban a ser rotativos. La propuesta también incluía las sanciones para el caso de realizar la actividad sin permisos o vulnerando la normativa. También se preveía revocar el permiso en caso de comisión de contravenciones o delitos. Macri vetó la ley impidiendo que hoy la actividad de los cuidacoches esté ordenada.”
Finalmente, opinó: “Para Macri, trabajar de manera informal en el espacio público transforma a las personas en sujetos peligrosos que deben ser sancionados y erradicados. Esto demuestra una concepción discriminatoria, estigmatizante y muy autoritaria. Pueden existir conflictos que involucren a cuidacoches, pero la solución no es una política prohibicionista y represiva, sino de regulación. Por otro lado, ya existen herramientas e instituciones para prevenir o sancionar la violencia entre particulares en el espacio público. Hay que ordenar esta actividad, sancionar a quienes lucran con ella, sin perseguir a quienes la realizan como mera subsistencia y que en nada se relacionan con hechos de violencia como los que Rodríguez Larreta usa como excusa”.
