El intendente de Tigre, Sergio Massa lidera las encuestas que miden la performance de los candidatos a legisladores y aspira, por estos días a “plantear el nacimiento de una nueva etapa en la Argentina”, pero, ante su indefinición en los temas concretos de la política, el macrismo, que sigue mostrándose esperanzado con su candidatura, lo volvió a apurar para que se expida sobre el ítem fundamental de esta elección: si sigue reivindicando “los aciertos” del kirchnerismo o está en la vereda de enfrente.
Mientras tanto, el otro rival del tigrense, Francisco de Narváez, uno de los descolocados con su candidatura, insiste con que Massa “es más de lo mismo”, es decir, una táctica del kirchnerismo y sostuvo que la candidatura del intendente de Tigre fue negociada directamente con Cristina Fernández de Kirchner.
En ese marco, el jueves el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, dijo que aún la gente le pregunta: “¿Massa es o no es de los nuestros?”. Por eso, en declaraciones radiales, consideró que “sería bueno” que el intendente de Tigre “aclare algunas cosas”.
El líder del PRO, que pertenece a un espacio que negoció la inclusión de dirigentes en las listas del massismo en Provincia, consideró no obstante que Massa “va a aclarar las cosas” a lo largo de la campaña.
Además, Macri consideró, en tono intimista, que “hoy tengo una relación constructiva con Sergio, que no tengo con Francisco”, que define su relación con De Narváez. De todos modos, tampoco es buena su relación con Massa y por eso surgen sus dudas con respecto al tigrense, que en la noche del 22 al 23 de junio recibió al mandatario pòrteño, que le exigió que los representantes del Pro en las boletas del Frente Renovador debían ser Guillermo Montenegro y Carlos Melconián. El “Baby Face” le respondió con frialdad que eso estaba descartado porque su lista representaba a la Provincia de Buenos Aires y ya había negociado con Macri (Jorge) la inclusión de Soledad Martínez y Gladys González y que Daniel Angelici había solicitado -no exigido- la inclusión de Cristian Gribaudo y había sido complacido. Y que ésa era su decisión final.
Ante la contundente respuesta -que sirvió para marcarle la cancha a un porteño en territorio bonaerense-, a Macri (Mauricio) no le quedó otra posibilidad que volver a Bolívar 1 con las manos vacías y sabiendo que la grieta que lo separa de su primo Macri (Jorge), se ensanchó unos metros más.
Por la noche, la figurita más deseada e intendente de Tigre, (¡¡¡Con ustedes, el máximo, el publicitado, el infalible, el inefable!!!) Sergio Massa, al ser consultado sobre su relación con el Pro, respondió a su manera, sin responder, encendiendo todas las alarmas de oficialistas y opositores. Dijo: “Nosotros armamos una fuerza política que tiene la capacidad de convocar a todos los sectores sin distinción, porque tenemos la vocación de abandonar las peleas del pasado para construir el futuro”. Cero rubor.
“Esa tarea -se explayó- incluye que tengamos la capacidad de sacarle los sellos a la gente. Debemos convocar a la gente desde todos los sectores para tratar de construir futuros. Dar las peleas que valen la pena”, consideró Massa.
El intendente de Tigre se mostró deseoso de dialogar con el macrismo y destacó -muy oportunamente- que el Frente Renovador tiene “una estructura de raíz peronista”, pero está integrado por distintos sectores: “radicales, vecinalistas, del PRO, del sindicalismo, del mundo de los jubilados, del empresariado y del mundo agropecuario”.