Las críticas a la decisión del Gobierno de la Ciudad de adjudicar la construcción de un bar y baños en Parque de los Patricios, en el mismo lugar donde funciona una biblioteca infantil y juvenil, no se hicieron esperar. Ahora se sumó también un amparo colectivo contra la administración porteña. El mismo fue iniciado con el objetivo de proteger el derecho a la cultura y la educación de los niños y adolescentes de la zona sur de la Ciudad que concurren a la Biblioteca Infantil y Juvenil “Enrique Banchs” ubicada en el Parque de los Patricios.
Las resoluciones del Ministerio de Ambiente y Espacio Público (19/SSUEP/16 y 70/SSUEP) establecen que se debe “agregar” un “área de servicios” a la biblioteca pero según los planos estos “agregados”, sólo reducirían la superficie descubierta de la biblioteca, que consta de un anfiteatro, y una reducción del sector cubierto, lo cual afecta el desarrollo de las actividades que realizan allí los niños.
La Asesoría Tutelar N°1 resalta que se trata de “una biblioteca pública, gratuita infantil y juvenil a la que concurre la población más vulnerable de la Ciudad, que permite un espacio de lectura y de actividades recreativas al que, de otro modo, la mayoría de los niños que allí concurren no podrían acceder”.
La biblioteca sostiene gran parte de las actividades del barrio, ya que “el Gobierno de la Ciudad no sólo no organiza ningún evento específico para niños sino que tampoco promociona ni difunde su existencia al punto que ni siquiera está indicada en la señalética del parque”, denuncia la Asesoría Tutelar en un comunicado.
De este modo, la acción de amparo colectivo iniciada el dos de septiembre, solicita que se le ordene al Gobierno que “se abstenga de realizar cualquier obra en superficie cubierta y descubierta de la Biblioteca Infantil y Juvenil Enrique Banchs a fin de asegurar su actual funcionamiento y, con ello, garantizar el acceso a la lectura y actividades culturales de los niños, niñas y adolescentes que habitan esa zona y concurran a la misma”. La administración porteña, de este modo, no debería comenzar ninguna obra hasta que no haya una sentencia sobre el tema.
