El legislador de Unidad Ciudadana (UC), Javier Andrade, manifestó su rechazo a la negativa del oficialismo de repudiar las condolencias que el ministro nacional de Justicia de la Nación, Germán Garavano, le envió a un genocida cordobés en diarios de tirada nacional. “Las declaraciones de Garavano ofenden a nuestra democracia y la lucha de los organismos de derechos humanos”, aseguró el diputado porteño.
En la sesión del jueves, el bloque oficialista de Vamos Juntos rechazó la presentación que realizó el legislador Javier Andrade, de Unidad Ciudadana, para repudiar que el ministro de Justicia y Derechos Humanos Germán Garavano, hace unos días, le enviase sus condolencias a la familia de quien fuera el interventor de facto del Gobierno de la Provincia de Córdoba entre abril de 1976 y febrero de 1979.
Se trata de Carlos Bernando Chasseing, mano derecha del genocida y múltiples veces condenado Benjamín Menéndez. “El reconocimiento nos parece incompatible con su función pública, ya que tiene a su cargo nada menos que el diseño y la implementación de políticas de Justicia y Derechos Humanos. Es inadmisible que desde su cargo se salude públicamente al más alto funcionario público que tuvo el Terrorismo de Estado en Córdoba, una provincia en la que fueron masacradas miles de argentinos y argentinas”, expresó el legislador.
También manifestó que “a casi 35 años de democracia ininterrumpida, con centenares de juicios por delitos de lesa humanidad realizados en el país y admirados en todo el mundo, las declaraciones del Dr. Garavano no sólo ofenden y agravian la memoria de las víctimas del Terrorismo de Estado, sino también a nuestra Democracia y a la histórica lucha de los organismos de derechos humanos”, agregó el diputado. Cabe recordar, que el actual ministro de Justicia y Derechos Humanos, cuando era miembro de la ONG Fores, fue parte de la publicación de un libro en contra del informe de la Conadep (Definitivamente…Nunca Más-1985) en el que se cuestiona el trabajo de la comisión creada por el ex presidente Raúl Alfonsín y se relativiza la responsabilidad militar en los crímenes de la Dictadura.
Según Andrade, este episodio se suma a una serie de hechos que el actual oficialismo encabezó a favor de los sectores civiles complices e incluso militares comprometidos con el Terrorismo de Estado que azotó a la Argentina. Primero hablaron del curro de los derechos humanos, luego negaron o ningunearon las cifras de la cantidad de detenidos-desaparecidos, intentaron avanzar con la condonación de penas para los genocidas con el llamado 2×1 y desde hace un tiempo están promoviendo la prisión domiciliaria de asesinos como Alfredo Astíz. El propio Garavano, en mayo de 2016, se reunió a escondidas con Cecilia Pando, la principal apologista pública del terrorismo de Estado, que le pidió mejores condiciones de detención para represores presos en el penal federal de Marcos Paz.
