El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, afirmó este lunes en declaraciones a Radio perfil que organismos extranjeros alertaron que parte de los tripulantes del avión venezolano-iraní retenido en el aeropuerto de Ezeiza son de la “Guardia Revolucionaria de Irán (GRI)”.
Fernández dijo que “con posterioridad al ingreso se reciben, por distintos canales, información de organismos extranjeros que advertían de la pertenencia de parte de la tripulación a empresas relacionadas con la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán”.
Y agregó: “Argentina tiene respeto y relación con todos los países soberanos, pero se deben tomar determinadas acciones frente a este tipo de situaciones. Tiene que ver con la actitud de los que ingresaron, que habían declarado una tripulación menor a la que viajó y eso llevó a una investigación que terminó con la presentación de un hábeas corpus que fue rechazado y por eso se sigue investigando”.
Fernández evitó sacar conjeturas sobre su presencia en el país y mencionó que la tripulación “no está impedida” de salir del país, que se les brindó un “permiso provisorio” para que puedan tomar las horas de descanso que le corresponden a cualquier tripulación aeronáutica.
“No se fueron por falta de combustible. Las empresas de acá no le quieren cargar por una posible sanción de Estados Unidos. Pero no quieren dejar el avión”, agregó.
El Ministro complementó: “Le tomamos huellas a los cinco iraníes. Ahora hay una presentación de un grupo de legisladores de la oposición y había documentación de la propia empresa que fue salvada. Hay denuncias de organismos internacionales advirtiendo sobre una posible relación con el terrorismo. También se presentó la DAIA como querellante. Será el magistrado el que defina”.
Al ser consultado sobre cómo se manejan este tipo de casos, Aníbal Fernández indicó: “Depende de cada situación. No debiera haber ninguna complicación y, normalmente, a nadie se le retiene el pasaporte. En este caso, como había algún problema de papeles de la aeronave, había que actuar en consecuencia. Hay denuncias de organismos internacionales advirtiendo sobre una posible relación con el terrorismo. También se presentó la DAIA como querellante”.
Para culminar el ministro de Seguridad explicó la situación del avión: “No había nada que nos mostrara que no tenía que ingresar. Después hay muchos cruces que se hacen y encontramos la punta para la investigación pertinente. Se revisó todo y ningún tripulante tenía una alerta para ingresar. Se les dio autorización para dormir y no se fueron por falta de combustible. Las empresas de acá no le quieren cargar por una posible sanción de Estados Unidos. Uno de los iraníes que viajó es familiar del ministro de Interior de Irán y su nombre coincide con el de un miembro de la Guardia Revolucionaria. Por eso la obligación era actuar en consecuencia y un abogado se presentó con un hábeas corpus. Ellos podrían sacar un boleto y viajar sin ningún impedimento, pero no quieren dejar el avión”.