El vocero del Ministerio de Defensa de Rusia, Ígor Konashénkov, hizo declaraciones y explicó que ante la situación real de combate y las grandes pérdidas, “un número importante de mercenarios prefiere abandonar el territorio ucraniano lo antes posible, pero el régimen de Kiev les impide por todos los medios salir al extranjero”.
Desde principios del mes de mayo, la afluencia de mercenarios extranjeros a Ucrania para luchar contra los militares rusos “prácticamente se ha agotado”, según declaró el jueves el portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, Ígor Konashénkov, durante una sesión informativa.
El vocero detalló que la cifra total de mercenarios extranjeros en el país vecino “se ha reducido casi a la mitad, pasando de 6.600 a 3.500”.
Asimismo, añadió que el número de mercenarios en las unidades de combate de las Fuerzas Armadas y la Guardia Nacional de Ucrania en Donbass “ha disminuido en órdenes de magnitud”.
El oficial ruso señaló que cientos de voluntarios extranjeros “fueron neutralizados por las armas de precisión de largo alcance de Rusia poco después de su llegada a los lugares en los que recibían formación previa y entrenamiento de las unidades tácticas”.
Sin embargo, subrayó que la mayoría de los mercenarios fueron eliminados en las zonas de combate debido a su “bajo nivel de entrenamiento y a la falta de experiencia en el combate real”.
Además, Konashénkov indicó que mercenarios capturados denunciaron que fueron “los primeros en ser sacrificados” y apuntó que, debido al silenciamiento de las pérdidas por parte del régimen de Kiev, los familiares de los voluntarios “simplemente no saben de sus muertes”.
Ante la situación real de combate y las grandes pérdidas, “un número importante de mercenarios prefiere abandonar el territorio ucraniano lo antes posible, pero el régimen de Kiev les impide por todos los medios salir al extranjero”, subrayó.