Al igual que las aerolíneas, las empresas de medicina prepaga ofrecerán a sus miles de clientes que intentan desafiliarse un servicio de bajo costo, que incluyen una reducción en la prestación a que los obliga el Programa Médico Obligatorio (PMO).
Las aerolíneas comerciales ofrecen pasajes baratos a cambio de menos servicios al cliente, como la reducción o eliminación de las comidas, asientos más pequeños (e incómodos) y no despachar equipaje.
De igual manera, las prepagas implementará el sistema de copago -que implica pagar el servicio por fuera de la cuota- y ofrecerán servicios más económicos y, por lo tanto, de menor calidad.
Las razones de esta reducción de costos de las empresas médicas tiene que ver con la nueva realidad que impuso el plan económico de Cambiemos, que atacó fuertemente los salarios, que son el insumo básico de éstas. En este tiempo, cientos de afiliados, al tener que seleccionar sus gastos, apostaron a la suerte el mantenimiento de su salud y comenzaron a abandonar a sus planes médicos para concentrarse en lo esencial.
La ley vigente -la 26.682/11- exige en el Artículo 7º que dentro del PMO sólo se pueden ofrecer coberturas parciales en tres casos: servicios odontológicos exclusivamente; servicios de emergencias médicas y traslados de personas y las empresas que desarrollan su actividad en una sola localidad, que tienen menos de cinco mil afiliados.
El Gobierno, con la firma de Macri, Peña y Vidal publicó el 22 de enero el Decreto 66/2019, que modificó profundamente la Ley Nº 26.682 y abrió la puerta a las excepciones que se disponen a implementar, en cuanto a la reducción de costos y de servicios, que vulnerarían las exigencia en el cumplimiento del PMO establecido anteriormente.
Se implementarán, de esta manera, planes de salud de menores costos, que contemplarían pagos extras o copagos para el caso de la necesidad del cliente de solicitar atención médica no prevista en el contrato original. El decreto permitirá además el lanzamiento de “nuevos planes de coberturas parciales”.
Al día de hoy, las empresas de medicina prepaga cubren a seis millones de personas, de las que cuatro millones y medio son afiliados a obras sociales que les derivan sus aportes. El método es que las prepagas contratan directamente con las obras sociales, que permiten a sus aportantes que elijan, entre un abanico de éstas, a cuál contratar.
Las compañías médicas deberán ofrecer sus diseños ante la Comisión Permanente Interministerial -integrada por representantas de los ministerio de Salud y de Producción- que les darán vía libre.
Los planes a los que las empresas denominaron pomposamente “low cost” prescindirían de servicios odontológicos y de maternidad y podrían centrarse en la internación o cobertura de medicamentos o que el afiliado pague sólo las consultas que utilice, eliminar los seguros e incorporar tratamientos especiales, cirugías de alta complejidad y cirugías que no están contempladas actualmente, como estéticas u oftalmológicas.