La canciller Diana Mondino anunció en Naciones Unidos (ONU) que Argentina rechazaba el “Pacto del Futuro”, una iniciativa multilateral de los países miembros que es la hoja de ruta del foro global para los próximos 25 años.
El Pacto del Futuro es un proyecto ambicioso que se trabajó a nivel mundial en los últimos dos años y que tiene como finalidad establecer compromisos geopolíticos para reformar la arquitectura institucional de la ONU, profundizar los contenidos del acuerdo de cambio climático de París, fijar normas de consenso para garantizar la paz, definir reglas de juego para cerrar asimetrías en el uso de la inteligencia artificial y promover una hoja de ruta para garantizar un escenario crecimiento estable para las nuevas generaciones.
De esa manera, Argentina no se sumará al Pacto del Futuro que firmaron 193 países en el marco de las Naciones Unidas. “Argentina anuncia la disociación del Pacto del Futuro. En la nueva Argentina no hay lugar para agendas internacionales totalitarias”, subrayó el secretario de Culto y Civilización, Nahuel Sotelo. Además de Argentina, la iniciativa también conocida como “Agenda 2045” fue rechazada por países como Rusia, Venezuela, Nicaragua, Corea del Norte y Bielorrusia.
Brasil, México, Irlanda, Rusia, Corea del Norte, Kuwait e Irán tienen objeciones sobre el Pacto del Futuro. Sus normas afectan sus propios intereses geopolíticos, mientras que Estados Unidos, Alemania, Francia y ciertos países del África consideran que esta iniciativa multilateral puede cambiar al mundo en los próximos 25 años.
Milei, en cambio, plantea la “disociación” de la Argentina por una razón ideológica. En este sentido, el Presidente no establece un concepto de interés doméstico, sino que su condena al Pacto del Futuro se vincula a su defensa de la libertad per se y al rechazo de normas globales que pueden significar su limitación por orden del sistema internacional.
El jefe de Estado considera que la ONU es un fósil institucional que exhibe una mirada pro Palestina y muy alejada de las reglas básicas del capitalismo moderno. Asimismo, considera que es posible acordar ciertos consensos básicos de gobernanza global, pero que ello no debe implicar que los países se sometan a normas multilaterales que pueden bloquear su propio desarrollo como Nación.
Desde esta perspectiva, Milei considera que la ONU no puede imponer axiomas futuros, cuando no tiene poder institucional suficiente para lograr la paz en Medio Oriente y en Europa Central. Es más, el presidente cree que hay una contradicción obvia entre la declaración buenas intenciones en el Pacto del Futuro y la constante votación a favor de Palestina, que está dividida en Gaza que controla Hamas y Cisjordania que se encuentra en una situación de anomia política.
La mirada de Milei fue expresada por Mondino, que expuso en el pleno de la ONU con la mayoría de las sillas vacías (hay 193 miembros plenos). Es decir: la canciller se hablaba a sí misma porque había escasos representantes en el gigantesco recinto de las Naciones Unidas.
“En ejercicio de esa libertad, mi país quisiera recordar que Agendas como esta que nos reúne aquí (Pacto del Futuro) están compuestas por aspiraciones jurídicamente no vinculantes y que cada Estado, en el ejercicio de su soberanía, tiene derecho a interpretar y perseguir con autonomía, teniendo en cuenta las diferentes realidades, capacidades y niveles de desarrollo de cada uno y respetando sus políticas y prioridades nacionales”, sostuvo la Canciller en la ONU.
Y añadió: “Muchos de los puntos de este Pacto (del Futuro), con sus anexos, presentan reservas y objeciones o son retardatarios de la nueva agenda de Argentina. Estos documentos se vienen trabajando desde el 2022 con otro gobierno y el actual gobierno argentino se encontró con las negociaciones ya avanzadas. Aun así, propusimos acciones constructivas que no siempre fueron tomadas en cuenta y eso nos lleva a disociarnos. Nuestras reservas y objeciones al Pacto del Futuro no son, sin embargo, un obstáculo para la Argentina porque, por el contrario, queremos tener alas para nuestro crecimiento en libertad”.
Mondino explicitó los ideales del presidente respecto a la libertad y la defensa de la economía de mercado. Pero la geopolítica es un ciencia compleja con muchísimos matices: en su disociación del Pacto del Futuro, Argentina quedó enredada con Rusia, Irán, México y Brasil, en tanto que los socios habituales del gobierno libertario -Estados Unidos, Francia, Alemania, Japón y Canadá, por caso- se ubicaron al otro lado del tablero.