El precandidato a gobernador bonaerense por el Frente Renovador (FR), Felipe Solá, admitió que el espacio que conduce Sergio Massa “tocó un piso tras dos meses muy malos, pero hay un rebote” que, según su visión, sirve para “buscar un balotaje” en las presidenciales de octubre.
El ex mandatario bonaerense fue consultado por radio Continental sobre el “drenaje” de votos del FR, sobre lo que contestó: “El Frente se basó mucho en un grupo de intendentes, y su mayor fuerza, que era la frescura con la que los intendentes se habían despegado de la conducción central, cosa que no hacen porque siempre tienen miedo, se convirtió luego en su mayor vulnerabilidad”.
“Lo bueno fue que estuvieran los intendentes, lo malo fue que se fueran, pero ellos no son los dueños de los votos. No son garantía de los votos, son garantía de cuidar los votos el día de la elección, de mover una campaña, de llegar a un lugar y que esté todo preparado para un acto”, enumeró.
Solá remarcó que “los votos puros pasan mucho más por los candidatos a presidente” que por los intendentes, y resumió la situación del massismo en “dos meses muy malos. Rebotamos para arriba tras llegar a un piso y ese rebote todavía no podemos decir que nos asegura lo que pretendemos, que es estar en el balotaje”.
“A diferencia de (Daniel) Scioli y (Mauricio) Macri, que no hablan, Massa explicita sus propuestas sobre lo que va a hacer”, agregó.
De cara a octubre, para lo cual los candidatos deben previamente sortear las primarias del 9 de agosto, el postulante bonaerense sostuvo que “es un error dividir la sociedad en pro-modelo y anti-modelo, porque hay un 10, 15 por ciento de los habitantes que todavía están buscando al hombre para votar, y por ese espacio estamos peleando nosotros”.
De vuelta sobre los intendentes que eran kirchneristas, se pasaron al massismo y finalmente volvieron al Frente para la Victoria, Solá admitió que esa situación lo “sorprendió. “Son cosas tan obscenas que sorprenden. No se trata de hipocresía, se trata de cinismo”, cuestionó.