Desde la sede de Parque Patricios, uno de los hombres fuertes del Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta dialoga con Noticias Urbanas sobre la actualidad de la gestión en la Ciudad, sin eludir los temas más calientes de la agenda nacional.
El funcionario admite que la situación social “preocupa” al macrismo, pero augura que las medidas implementadas por el Presidente en sus primeros meses de gestión tendrán un impacto “positivo” en el corto plazo. En línea con la postura de los principales referentes de Cambiemos, Miguel busca a los culpables de la situación económica actual en la vereda del kirchnerismo. “Esto es el resultado de muchos años en los que no solo se han distorsionado las tarifas sino todas las reglas e indicadores”, afirma.
Durante la entrevista, Miguel niega que el Gobierno de Larreta busque mantener un bajo perfil para salir airoso de los coletazos de medidas impopulares de la Casa Rosada, como el tarifazo o las desgastantes disputas con los gremios. Asegura que Larreta apuesta a dejar su impronta en la Ciudad. “Esto es un equilibrio entre continuidad y nuevas transformaciones”, dice sobre la gestión del sucesor de Macri en Uspallata.
–Esta semana se cumplieron 22 años del atentado a la AMIA y todavía no hay respuestas de la Justicia. ¿La causa será una mochila pesada para el Gobierno si no se logran avances concretos en los próximos años?
–El Presidente va a hacer todos los esfuerzos y va a poner a disposición todas las herramientas que tiene para darle un nuevo impulso a la resolución de esta situación, que fue un episodio lamentable en la historia del país. Soy optimista en cuanto a estas declaraciones de Macri.
–¿Considera que el gobierno de Cristina Kirchner estuvo involucrado en la muerte del fiscal Alberto Nisman?
–Preferimos priorizar la división de poderes y dejar que la Justicia funcione de manera independiente.
–El “ruidazo” o “cacerolazo” fue un llamado de atención al Gobierno. ¿Les preocupa la situación social?
–Claro que preocupa la situación social. Y a quien más le preocupa es a Macri. En la Ciudad también nos preocupa. Esto es el resultado de muchos años en los que no solo se han distorsionado las tarifas sino todas las reglas e indicadores. Se está encarando un proceso de reordenamiento. Hay una transición y soy muy optimista en cuanto al resultado. Pero es cierto que, en esta etapa, la gente siente el impacto. Por eso, el Gobierno decidió estar lo más cerca posible de esas personas que están siendo afectadas. Por ejemplo, con las tarifas sociales.
–¿Por qué se dio marcha atrás en la Ciudad con la decisión de aplicar un protocolo antipiquetes?
–Siempre practicamos el diálogo como primera medida. Respetamos el derecho a la manifestación y protesta, que tiene que convivir con el derecho a la libre circulación. Son dos derechos valiosos y los respetamos. Nuestra vocación es lograr que convivan de la mejor manera posible. En primera instancia siempre apostamos al diálogo. Cuando sabemos de una marcha, nos juntamos con los organizadores para saber dónde se va a cortar y nos ponemos de acuerdo para que no se obstaculice el tránsito de manera absoluta. Y, sobre todo, para garantizar la seguridad tanto de los que están transitando como de los que se están manifestando.
–¿El traspaso de la Policía Federal a la Ciudad fue más complejo de lo que esperaban? ¿Se completará en un año, tal como estaba previsto?
–El plazo se va a cumplir. Es un proceso complejo, pero se está llevando adelante muy bien. Se están transfiriendo alrededor de 20 mil efectivos policiales de una fuerza histórica y centenaria. Pero no se está haciendo en su totalidad, sino que se están transfiriendo algunas aéreas. Se transfieren los equipamientos, inmuebles y la gestión de algunos contratos. Además, hay que tener en cuenta que no se transfieren a un lugar vacío, sino a la jurisdicción de la Ciudad, que ya tiene una fuerza policial. Por lo cual tenemos también el trabajo de juntar esas dos policías que tienen dos regímenes diferentes. Vamos en el sentido de tener una nueva policía para la Ciudad que pueda unir a estas dos y que sea de excelencia a nivel mundial.
–De los tres gobiernos que tiene el Pro, el de Rodríguez Larreta es el que mantiene el perfil más bajo. ¿Hay una decisión de tomar distancia del desgaste de los temas nacionales y enfocarse en la gestión local?
–Nos enfocamos claramente en la gestión local, pero no hay intención de alejarse de ningún tema en particular. Tenemos todas las pilas en este plan de gobierno que definimos y que va a seguir el camino de la transformación positiva en la Ciudad.
–¿Larreta quiere mostrar un perfil político distinto al de Macri o apuesta solamente a la continuidad?
–Horacio fue el jefe de Gabinete de Macri en la Ciudad, con lo cual hay un montón de aspectos que continúan una cierta lógica, pero con la impronta que Horacio le imprime a este gobierno, fortaleciendo algunos otros ejes. Esto es un equilibrio entre continuidad y nuevas transformaciones.
–¿Se sorprendió por la renuncia de Darío Lopérfido? ¿Cuánto tuvo que ver la polémica por sus declaraciones sobre el número de los desaparecidos en la última dictadura?
–Su opinión fue personal y no representa la visión del Gobierno de la Ciudad. La realidad es que él está enfocado en varias actividades, como la que ha venido haciendo muy bien en el Teatro Colón, y prefirió reenfocarse en eso. Entonces decidimos avanzar en ese sentido.
–Respecto de la tragedia de la fiesta electrónica de Costa Salguero, ¿es cierto que los locales bailables no están cumpliendo los controles?
–Desde la Agencia Gubernamental de Control se siguen haciendo todos los controles que la ley exige. En cuanto a las fiestas electrónicas masivas, se encuentran suspendidas mientras se tramita el proyecto de ley que enviamos a la Legislatura. Mientras no se apruebe, las fiestas electrónicas masivas siguen suspendidas.
–Volviendo al tema nacional, ¿se puede cerrar la grieta? Macri prometió “unir a los argentinos”, pero la división se profundiza cada vez más.
–Tengo una confianza enorme en que los grandes objetivos que se ha planteado Macri se van a alcanzar. Seguramente, la unión de todos los argentinos es un proceso que no se dará de un día para el otro, pero sí vamos a seguir avanzando y progresando en ese sentido.
–¿Hay una cacería de los jueces contra Cristina Kirchner, como dijo Felipe Solá? Lo de Bonadio parecería ser un ensañamiento personal.
–Desde el Gobierno de la Ciudad y la Nación tenemos un fuerte compromiso en la lucha contra la corrupción, pero en cuanto a las investigaciones judiciales prefiero ser respetuoso del accionar de la Justicia.
–¿Faltó sensibilidad social para informar sobre el tarifazo?
–Todo el equipo de comunicación del Gobierno nacional hace un trabajo extraordinario. El Gobierno está haciendo una transformación enorme, saliendo de la distorsión de los últimos años y con la apertura con la que lo hizo siempre. Escuchando y viendo si hay cosas para seguir mejorando. Son opiniones y cada uno evalúa si está comunicando de la mejor manera y si hay cosas para mejorar.