Las imágenes son elocuentes. En medio del frío y de un invierno que parece arrancar con todo, el miércoles por la noche un grupo de familiares de los tripulantes del desaparecido submarino ARA San Juan se encadenaron en la Plaza de Mayo.
El objetivo de los familiares de los 44 tripulantes del submarino es que el Gobierno acelere los pasos para licitar a una empresa que continúe con la búsqueda de la nave marítima, desaparecida el pasado 15 de noviembre.
“Sentimos abandono por parte del Gobierno nacional y de la Armada. Manifestamos nuestro dolor viniendo a acampar a la Casa Rosada. No nos vamos a mover hasta que el Gobierno resuelva esta situación de buscar una empresa de cualquier país, que sea viable para hallar al submarino y a sus tripulantes”, indicaron las mujeres apostadas allí.
Además, pidieron el “apoyo de toda la población” y que “la gente se acerque” para “que vean y conozcan” el “dolor” de ellas.
Estas mujeres junto a otros familiares habían mantenido más temprano una reunión con el ministro de Defensa, Oscar Aguad, que duró unos 90 minutos.
Ante la falta de respuestas concreta decidieron encadenarse.
Además de Aguad, participaron de la reunión el jefe de la Armada, el vicealmirante José Luis Villán; Graciela Villata, secretaria de Servicios Logísticos para la Defensa y Coordinación Militar, y uno de los técnicos de la comisión evaluadora.