El ministro de Defensa, Julio Martínez, anunció que su cartera se dispone a invertir más de 40 mil millones de pesos en equipamiento militar. Además de fabricar fusiles, se comprarán aviones, patrulleras y blindados.
Uno de los objetivos será el de reforzar la frontera norte, por lo que se comprarán aviones para la Fuerza Aérea; patrulleras para la Armada y blindados y fusiles para el Ejército.
Las compras se producirían en los próximos dos años por un total de más de 40 mil millones de pesos, aproximadamente. Macri autorizó la semana pasada la puesta en marcha de una serie de licitaciones y de acuerdos bilaterales, estos últimos financiados con créditos externos.
Este miércoles, Martínez concurrirá a Olivos para informarle a Macri de los detalles del plan de adquisiciones. El primer escalón será la autorización para que en el Presupuesto de 2017 haya una partida de 95 mil millones de pesos para Defensa, aunque, de todos modos, las compras de equipos impactarán recién en los presupuestos de 2018 y 2019.
La primera fuerza beneficiada será la Fuerza Aérea, que desde la baja de los Mirage, producida el año pasado, no posee aviones de combate modernos. Esta sería la primera vez que se compran aviones nuevos en 40 años. Los últimos aviones que se adquirieron fueron los 36 A4 que trajo el expresidente Carlos Menem de EE.UU., que habían sido usados en Vietnam y luego habían sido reequipados.
Para los aviadores se comprarán doce aviones de entrenamiento básico, que servirán además para cubrir la frontera norte, en especial, los límites con Paraguay y Bolivia.
Para esta función, se analizan los Texan T6 de EE.UU. ylos Tucano brasileños, entre otras ofertas. También se observan los transportes medianos italianos Espartan y los Airbus C295, que reforzarían a los Hércules, que hoy son claves para la campaña antártica.
La Armada se vería beneficiada con la compra de cuatro patrulleras oceánicas, de las que dos serían compradas ya terminadas y otras dos serían armadas en los astilleros Tandanor.
Para el Ejército se plantea la compra de entre 10 y 30 vehículos blindados a rueda para transportar tropas, que se utilizarían para las misiones de paz de la ONU.
Todas las fuerzas armadas serán provistas de armas que se fabricarán mediante un acuerdo con la fábrica italiana Beretta para producir conjuntamente un fusil de combate que reemplace al excelente y vetusto FAL. También se fabricaría una pistola, cuyo modelo se decidirá en estos días.
En Defensa quieren, además, poner en servicio los tres radares en 3D que la empresa INVAP ya entregó. Uno de éstos está funcionando, en tanto que los otros dos siguen aún embalados. Uno de ellos ya debería haber sido puesto en marcha, pero acusaron al gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, de no haber efectuado la obra civil en la localidad de Pipané. El otro radar, que aún no fue puesto en uso, estará emplazado en la provincia de Corrientes.