La causa por el ataque al edificio del Grupo Clarín con bombas molotov comienza a tener pistas más concretas. Si bien, por ahora no les pusieron nombre y apellido a esas caras, sí lograron aislar imágenes y dijeron: “Están clarísimos”.
Los rostros de los nueve sospechosos, de los cuales una está confirmada que es mujer, se lograron conseguir por “las cámaras de seguridad del lugar y de los alrededores, y los pudieron captar sin capuchas y con las caras descubiertas”, explicaron a Infobae las fuentes que investigan el ataque que ocurrió el lunes pasado por la noche en el edificio de Piedras al 1.700, en el barrio porteño de Barracas.
Con los nuevos datos se le dio intervención al área de identificación de personas de la Policía Federal Argentina y ahora “se analizan las imágenes con un programa de inteligencia artificial que compara los rasgos con las bases de datos oficiales”.
Los investigadores de la Unidad Antiterrorismo de la Policía Federal, del Cuerpo de Investigación Judiciales (CIJ) y la Policía de la Ciudad “elaboraron un mapa móvil para identificar las vías de escape e ingresos a las zonas de operaciones, que fue la puerta del edificio del Grupo Clarín”.
Los últimos datos indicarían que fue así que lograron seguirles el rastro a dos de las motos hacia el Sur de la Ciudad de Buenos Aires cuando escapaban.
Los investigadores no descartan, como hipótesis primaria, que los agresores “sean un grupo minúsculo de características anarquistas, ya que no hubo una reivindicación pública del ataque a la sede del grupo de comunicación”.
En las filmaciones del ataque, que muestran toda la secuencia, se puede ver a los atacantes arrojar las bombas molotov sobre la vereda y el hall de entrada al edificio, provocando un principio de incendio. El diario Clarín informó que no se reportaron heridos ni daños materiales. En el edificio quedaron manchas de combustible y rastros del fuego.
El martes se conoció que se encontró una huella una de las botellas incendiarias, que se cruzó con la base de datos del Registro Nacional de las Personas (Renaper), que contiene los datos de todas las personas documentadas, y con la base de datos de personas con antecedentes penales, pero no arrojó ninguna coincidencia. Se especula con que uno de los agresores podría ser extranjero: por eso la Justicia pedirá a la Dirección de Migraciones que coteje con sus propios registros.
La investigación está a cargo del juez federal Luis Rodríguez quien le dio intervención a la Unidad de Investigación Antiterrorista, por lo que las primeras investigaciones ya no quedarán exclusivamente a cargo de la Comisaría 4 D de la Policía de la Ciudad, donde reportaban los efectivos implicados en el asesinato de Lucas González.