Una joven fue detenida el lunes en el marco de la investigación que busca esclarecer el ataque contra la vicepresidenta Cristina Kirchner. Se trata de una amiga de Brenda Uliarte, la novia del agresor, con la que la mujer se contactó después del intento de homicidio de la ex presidenta. El operativo se hizo en el partido de San Miguel, por orden de la jueza María Eugenia Capuchetti y estuvo a cargo de la Policía de Seguridad Aeroportuaria.
La joven, identificada como Agustina Díaz, aparece como contacto frecuente de Brenda. Estaba agendada como “Amor de mi vida”.
Según los investigadores se trata de una persona “muy allegada”. A partir de la información aportada por los equipos celulares secuestrados, surgieron elementos donde se pudo establecer que hubo otro intento de atentado contra la vicepresidenta que fue abortado, la noche del 27 de agosto, en medio de la tensión entre los gobiernos porteño y nacional por las vallas en Recoleta.
El informe realizado por la PSA sobre el dispositivo celular de la joven detenida hace más de una semana arrojó información relevante para el caso a tal punto que la magistrada ordenó el secreto de sumario y se espera que sean nuevamente indagados Sabag Montiel, Uliarte y la amiga detenida el lunes por la noche.
El celular de Uliarte se convirtió en una pieza clave en las últimas horas en la causa que lleva la carátula de tentativa de homicidio. Fuentes de la causa indicaron que de la información de la pericia del dispositivo, surgieron elementos que corroboraron que existió otro intento de atentado contra la vicepresidenta que “no se concretó”.
La fiscalía a cargo de Carlos Rívolo solicitó, ante la nueva información, que la jueza cite a una ampliación indagatoria a Sabag Montiel que se negó dos veces a responder preguntas y a Uliarte, quien la semana pasada había dicho que no tenía nada que ver con los hechos investigados. Su pareja también buscó desligarla al decir “Brenda no tuvo nada que ver y yo tampoco”, palabras que carecen de veracidad para la justicia.
La pareja está imputada de haber querido “dar muerte a Cristina Elisabet Fernández de Kirchner – Vicepresidenta de la nación y Presidente de la Honorable Cámara de Senadores de la Nación-, contado para ello con la planificación y acuerdo previo entre ambos”.
Los mensajes de texto, los videos publicados los últimos días, el análisis de cámaras de la zona los días previos, todas las pruebas son piezas de un rompecabezas que complica cada vez más la situación procesal de Uliarte y Sabag Montiel a quienes se los señala, además, de “planificación del atentado” contando para ello, “con tareas previas de inteligencia”.
Al momento de estudiar todo el contenido del celular, los investigadores ampliaron la red de personas que podrían estar involucradas en los ataques a Cristina Kirchner. A raíz de ese material, se busca determinar las participaciones y los distintos roles en la etapa previa al atentado.
Los mensajes más relevantes fueron los que intercambiaron Sabag Montiel y Uliarte previo al jueves 1 de septiembre. En las conversaciones ellos hablan de la “presencia de cámaras de C5N”, intercambian detalles de los horarios y del movimiento de la gente y los militantes en el lugar. “Ella (por la vicepresidenta) ya subió, ya no creo que salga a esta hora así que ya fue, deja, voy para allá, quédate ahí. No traigas nada”. El mensaje lo escribió el 27 de agosto, el joven de 35 años y la receptora fue su pareja.
Hasta el momento eran los únicos dos imputados y detenidos en el caso. Sin embargo, ante la reconstrucción de los días previos al atentado, “con observación pormenorizada de imágenes, comunicaciones y georreferenciación” que posibilitó establecer circuitos y recorridos, como también “posibles presencias reiteradas de terceros entorno al domicilio de Juncal y Uruguay”, señalaron fuentes del caso.
Es por ello que no se descarta que la cantidad de personas involucradas no se circunscriba sólo a la pareja. Uliarte intercambió mensajes, después del ataque, con su amiga Agustina Díaz quien se convirtió en la tercera detenida en el marco del expediente.