El presidente de la Federación Agraria de Pergamino, Sebastián Campo, denunció que manos anónimas le aflojaron las tuercas de la rueda delantera de un acoplado de su propiedad, en represalia por haber apoyado, no el aumento al Impuesto Inmobiliario rural, sino el diálogo con el gobierno bonaerense.
“El sábado a la mañana voy a mi galpón en Acevedo, hago enganchar el acoplado para ir al campo, a 20 kilómetros, a dar de comer a los terneros, y cuando miro me doy cuenta de que tenía las cinco tuercas de la rueda delantera izquierda del acoplado flojas”, relató Campo ante los micrófonos del programa Radio Campo, que se emite por Radio Colonia.
Para Campo, “no es momento de hacer tractorazos, sino de apostar a la paz y al diálogo, sobre todo viendo lo que pasa en otros países de Latinoamérica, donde la gente ha llegado a un nivel de hartazgo tal que hace cosas graves, nosotros lo podemos evitar”, aseguró, tras reconocer que sufrió fuertes cuestionamientos de otros ruralistas por mostrarse partidario de mantener abiertos los canales de diálogo con el Gobierno.
El dirigente gremial agrario vinculó con el “tractorazo” el atentado, a la vez que pidió “bajar las pasiones”, después que la entidad a la que pertenece emitiera un comunicado de prensa en apoyo a las medidas que tomó el gobernador Axel Kicillof.
Paralelamente, tanto en Pergamino como en otras ciudades del interior, productores nucleados en la Sociedad Rural Argentina y en Confederaciones Rurales Argentinas se reúnen en los espacios públicos para repudiar el nuevo esquema impositivo que propuso el gobierno peronista.