Por un decreto gubernamental, los empleados estatales que cobren menos de $60.000 percibirán el mismo aumento salarial de $4.000 que le fuera otorgado a los trabajadores del sector privado.
La forma en la que los empleados públicos percibirán el incremento será en dos cuotas, al igual que los privados. La primera será de $3.000, a cobrar en febrero, con el sueldo de enero y la segunda porción será de $1.000, a cobrar en marzo, con el salario de febrero.
Los que serán alcanzados por el beneficio serán los trabajadores de planta de la administración nacional y los de organismos descentralizados.
La discusión quedará centrada, de ahora en más, en qué ejercicio absorberá el incremento. El Gobierno planteaba que sea a cuenta del 2020, pero los gremios desean que quede subsumido en la paritaria del año pasado. Como la decisión gubernamental fue tomada por medio de un decreto y no de una negociación, existe cierta rispidez en este punto, ya que, según el secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado, Daniel Catalano, “perdimos entre un 35 y un 42 por ciento de la masa salarial en los últimos cuatro años, en los que todas las paritarias fueron a la baja”.