El Gobierno porteño definió ayer un aumento del 26% para los colegios privados que reciben subvención y determinó que, tal como pasará con el sueldo de los docentes, el incremento sea en dos tramos.
En una reunión con los propietarios de estas instituciones, determinó que hasta julio, y según el aporte estatal que reciban, podrán aumentar el arancel entre el 9% y el 10%. Además, desde el Ministerio de Educación confirmaron que este año habrá un recorte de unos 200 millones de pesos en esos subsidios, que el Estado aporta para pagar los salarios de los docentes.
La segunda parte del aumento de los aranceles se discutirá en julio. Sin embargo, fuentes oficiales admitieron a Clarín que se piensa en un aumento anualizado del 26%.
Así, para el último semestre los colegios porteños podrían hacer crecer sus cuotas con un piso del 16%, aunque no se descarta que el incremento sea mayor.
La determinación pasó por la Comisión de Aranceles, que reúne a integrantes de la Dirección de Educación de Gestión Privada, del Ministerio de Educación porteño, y representantes de las instituciones intermedias, que no son otros que los propietarios de estos establecimientos. “Acordamos el primer tramo de la banda arancelaria, no el segundo: la banda no es estrictamente el arancel si no hasta dónde se puede cobrar. Es decir, el límite superior en función del arancel”, explicó Beatriz Jáuregui, titular de la Dirección de Educación de Gestión Privada, y aclaró que los aranceles que surgen de este acuerdo no necesariamente reflejan lo que realmente pagarán los padres, ya que a eso hay que sumarle las actividades extra programáticas, que muchas escuelas tienen.
La Ciudad también confirmó un recorte de subsidios de 200 millones de pesos, esta ejecución presupuestaria de los subsidios, afectará a más de 500 escuelas porteñas de gestión privada, laicas y religiosas, a las que asisten cerca de 200.000 alumnos, el 51% de la matrícula de la Ciudad. Las instituciones no públicas que reciben aporte estatal representan el 40% del total de colegios privados.
Según afirman en la Cámara Argentina de Institutos de Educación Superior, se realizará en cinco áreas. Básicamente, habrá una quita en los porcentajes que el Ministerio de Educación gira todos los meses a las escuelas privadas, que dependerá del porcentaje de subsidio que reciben, que va del 40% al 100%.
“Se cree que a menor porcentaje de subsidio, mayor porcentaje de quita. Esto impactará en las cuotas”, Claudio Santa María, titular de la Cámara Argentina de Institutos de Educación Superior. También, aseguró, no se aportará al “crecimiento vegetativo”. Esto quiere decir, a las nuevas comisiones que se crean por una mayor matrícula, y sólo pagarán los sueldos de los maestros suplentes en los casos de licencia por maternidad. Además, la Ciudad no realizará aportes a los cursos con menos de 15 alumnos y sacarán algunos cargos en escuelas.
“Esto no lo veíamos venir. Se planteó en sólo 15 días. Es muy repentino y violento por los montos y por los tiempos”, afirmó a este diario Norberto Baloira, dirigente de la Junta Coordinadora de Asociaciones de la Enseñanza Privada.
Santa María reclamó que se “haga una quita a todos por igual”, e incluyó en el “todos” a las escuelas públicas. “Si no habrá juicios, porque no es equitativo”, remarcó, y consideró que el aumento de 9 o 10% “solo cubre los aumentos salariales”.
El año pasado, el ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich, había anunciado una baja de dos puntos en el presupuesto de su cartera para este año, por el cual dio explicaciones en la Legislatura, a partir de cuestionamientos de diputados opositores.