A pesar de las promesas de campaña, en las que Mauricio Macri aseguró en todos los tonos que esto no iba a ocurrir, en abril volverán a aumentar las tarifas, que impactarán fuertemente en el nivel de vida de los argentinos. Ayer lo explicó en TN, aduciendo un proceso de “normalización” de las mismas tras el atraso en la que estaban sumidas e impedían las prestaciones de los servicios en condiciones adecuadas.
Esta vez, el encargado de las malas nuevas será el ministro de Transporte será Guillermo Dietrich, que anunciará los aumentos en una conferencia de prensa que se realizará a las 9:40 de la mañana, aunque está algo atrasado, puesto que esta nota se está escribiendo a las 10:00 y aún ésta no comenzó. El motivo es que, ante una serie de despidos, se desarrolla una protesta en la sede del Ministerio de Economía. Incluso, las autoridades pidieron refuerzos a la Comisaría 2ª.
Sobre la hora de publicación, un comunicado del Ministerio de Transporte anunciaba que “por un reclamo gremial en el Ministerio de Economía, la conferencia del ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, junto a la UTA y a las cámaras empresarias de colectivos, se pospone para las 11:30 en la Sala de Conferencia de Casa Rosada, entrada por Balcarce 24”.
En esta ocasión, aumentarán los trenes, los colectivos, el subterráneo el agua, el gas y los teléfonos, en promedios que fluctuarán entre el 70 y el 500 por ciento.
El agua, que se dice que es el elemento central de la vida, esta vez se convertirá en un peso difícil, puesto que los aumentos partirán desde el 300 por ciento y alcanzarán la nada despreciable suma del 500 por ciento. AYSA , la empresa proveedora en la Ciudad y el Gran Buenos Aires había pedido la suba, ya que la última fue en 2014.
Las empresas distribuidoras de gas sostienen que el ajuste promedio será, en su caso, del 300 por ciento. Sería anunciado el viernes.
Algo similar ocurrirá con las tarifas de colectivos. El boleto mínimo alcanza en el AMBA, hoy por hoy, los $3,60, que pasarán a ser $6. Esta suma significa el 70 por ciento y, peor aún, tendría acompañamiento, ya que el subterráneo se elevará en un porcentaje similar.
Por su parte, el boleto del tren también subirá por el ascensor, ya que pasará desde un mínimo de $2 a $5, un 150 por ciento de incremento.
También habrá una apuesta a la incomunicación. La telefonía fija pasará de costar $13,28 a $38, a lo que habrá que sumarle en ambos casos el IVA.
Como para poder explicar que el Estado también tiene corazón, en todos los casos habrá tarifas sociales. En el transporte de colectivos, por ejemplo, el boleto social costará $2,7.
Dentro de tanto dolor, el Gobierno tiene una explicación técnica. Como necesita mejorar los números en el segundo semestre del año, quieren concentrar el ajuste en la primera mitad.