Una vez más, el presidente de la Nación, Eduardo Duhalde, encontró problemas judiciales por firmar decretos para mantener cerrado el "corralito financiero". En esta ocasión, el abogado porteño, Eduardo Barcesat lo acusó de cometer los delitos de "abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público". Ayer, el fiscal Pablo Lanusse, había presentado una denuncia del mismo tenor.
La determinación del presidente, fue criticada también por el jefe de Gobierno de la Ciudad, Aníbal Ibarra, quien afirmó en el diario Buenos Aires Económico, que el "Banco Ciudad inició la devolución en pesos de cuentas de hasta 5.000 pesos, más el CER y los intereses. Lamentablemente, la rigidez normativa del Banco Central y la negativa a resolver razonablemente el stock de redescuentos tomados por los bancos durante la crisis impidieron avanzar en ofertas que ampliaran ésta".
INCONSTITUCIONAL
La jueza Emilia García, del fuero Contencioso Administrativo Federal, declaró la inconstitucionalidad del decreto 1316/02, que suspendió la ejecución de medidas cautelares contra el corralito por 120 días hábiles. Este expediente lo había iniciado el defensor del Pueblo de la Nación, Eduardo Mondino.
En su resolución, la jueza decretó la nulidad de los artículos centrales del decreto, que preveían una suspensión por 120 días hábiles de la ejecución de los amparos en favor de ahorristas y la interrupción de las causas en proceso. En el fallo -que podrá ser apelado por el gobierno ante la Corte Suprema- García indicó que la norma "atenta contra la oportunidad y eficacia del mandato judicial" y recordó que "deben observarse los principios de legalidad y el de racionabilidad".
Al fallo de García se sumó otro de la magistrada María José Sarmiento, quien dispuso una medida similar en el marco de una acción promovida por una ahorrista particular.
Por otra parte, la Defensoría del Pueblo porteña, a cargo de Alicia Oliveira, espera que se resuelva favorablemente un expediente judicial, en el que también piden la inconstitucionalidad de la norma. Oliveira hizo esta presentación en nombre de todos los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires.