Continúa la toma en Lugano

Continúa la toma en Lugano

El depósito de autos a cielo abierto bajo control ilegal de la Policía Federal lleva diez días de ocupación vecinal y se ha convertido en el centro neurálgico de la villa 20


Desde el miércoles de la semana pasada, alrededor de 300 vecinos de villa 20, en Lugano, instalaron precarias carpas en una franja al borde de la calle Chilavert, del llamado cementerio de autos de Lugano.

La medida de fuerza, que ya cumplió 10 días, intenta que el Gobierno de Jorge Telerman, como el Ministerio del Interior de Nación, dirigido por Aníbal Fernández, se decidan a traspasar las nueve hectáreas a su verdadero dueño, la Ciudad, con el fin de mejorar la situación habitacional de los miles de vecinos que viven hacinados y que destinan todos los meses sus escasos ingresos para el pago de cuartos alquilados en la zona.

Donde finaliza la calle Barros Pasos, que hace cruce con Chilavert, es el punto neurálgico de villa 20. Allí, se realizó la procesión por Semana Santa encabezada por el cura católico Jorge Tomé, que finalizó frente a una cruz de madera y una pequeña mesa con un mantel blanco colocados en el ingreso principal a la zona "recuperada". Para este sábado, se planea realizar, desde las 11 hasta las 17, un recital de música. Una de las bandas será la combativa Actitud María Marta, cuyo show incluirá una representación teatral. El ir y venir constante de los vecinos y la radio abierta son otros de los motivos por el que la toma los "desbordó", según el testimonio dado por el vecino Diosnel Pérez Ojeda desde un confortable neumático que usó de asiento.

Los mosquitos no paran de extraer sangre a los que allí acampan como a los efectivos de la Policía Federal que custodian el predio desde una "Trafic" del cuerpo de infantería. "Nadie esta exento de las picaduras pero ellos sufren más porque no están acostumbrados", dice en broma Diosnel, que integra el Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD-Frente Darío Santillán), que agrupa en su mayoría a la colectividad paraguaya, y que tiene una fuerte inserción territorial en la villa, junto con la Unión de Trabajadores Ocupados y Desocupados (UTOD), que organiza a inmigrantes bolivianos.

Sobre el predio de nueve hectáreas (ubicado entre las Vías del Ferrocarril General Belgrano, la avenida Escalada y la avenida General Francisco Fernández de la Cruz) pesa una ley desde el año 2005, que ordena la utilidad del espacio para la urbanización de villa 20.

La Policía Federal Argentina, desde noviembre de 1981, tras suscribir un boleto de compraventa con el por entonces Gobierno Municipal de facto, contamina con metales, líquidos de frenos, baterías, plomo, y permite a los mosquitos y roedores reproducirse sin ningún inconveniente.

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