En una entrevista que le realizó el periodista David Blaustein en el programa Señales de Humo, que se emite por FM Palermo, el director de Estudios de Opinión Pública y Mercado de la consultora Ibarómetro, Ignacio Ramírez efectuó un profundo análisis de la realidad porteña, tomando en cuenta las performances del macrismo y del kirchnerismo en los últimos tiempos.
Ramírez señaló, en principio, las dificultades con las que se cruza el kirchnerismo para posicionarse en el electorado de la ciudad. ?Cuesta compatibilizarlo con la sensibilidad, con las expectativas, con las posturas e inclinaciones de un porcentaje importante del electorado porteño ?acotó el sociólogo-, el problema de esta primera observación es que puede habilitar una interpretación que es falsa, según la cual los porteños son congénitamente antiperonistas y eso clausura la discusión?.
En este marco, Ramírez se mostró sorprendido con el hecho de que en el seno del kirchnerismo ?a veces aparece un discurso que casi festeja la derrota electoral, como que la derrota electoral revelaría la naturaleza gorila de la ciudad y que, por lo tanto, merece y requiere ser castigada, ser maltratada. Hay como un orgullo épico de la derrota?.
Por contrapartida a su afirmación anterior, el consultor expresó que ?el macrismo ha sido exitoso a la hora de interpretar algunas orientaciones y expectativas de los porteños, pero está siendo muy torpe a la hora de dar el salto y darle densidad y proyección nacional a su propuesta. Queda muy restringido a lo local, por el momento. Hay unas cosas que son funcionales a su posicionamiento porteño y son disfuncionales al posicionamiento nacional de Mauricio Macri?.
En este sentido, el sociólogo y consultor agregó que ?el macrismo ha capturado y ha interpretado una sensibilidad que también forma parte de esta época, cierta sensibilidad y cierta atávica demanda de autonomía, de independencia, no en clave altanera pero sí de una ciudad que se recorta del resto del país en algún sentido. El proyecto nacional, por definición, viene a diluir eso?.
Luego, Ramírez acotó que ?el estilo es un conjunto de características y de valores, y, sobre todo, de actitudes ligadas a lo sensible, a lo posmoderno, a la buena onda, digamos, que es fácil de frivolizar?, pero que el Pro posee y utiliza para su posicionamiento.
Para ejemplificar lo antedicho, Ramirez expresó que ?es interesante que la campaña electoral del macrismo, durante el año pasado, se llamó ?Buenos vecinos?. No había que ser muy lacaniano para interpretar cuál era el vecino con el que había que llevarse bien. El macrismo desactivó esa estrategia en 2012 e inauguró una estrategia de abierta beligerancia que probablemente obedece a una lectura distinta, de otra etapa?.
A continuación, Ramírez enumeró algunas deudas que aún sostiene el oficialismo porteño con sus seguidores. ?El PRO no tiene identidad, tiene un posicionamiento, una arquitectura manufacturada de imagen. Se empieza a recortar el PRO como una modalidad, un estilo, una gestualidad política, dentro de todo el escenario político en la Argentina?.
Para el director de Ibarómetro, de todos modos, el partido que lidera Mauricio Macri posee ?otros déficits muy visibles que no ha logrado corregir y uno de ellos es darle cierta densidad a su gestión. Se lo percibe como un buen arquitecto de lo aparente, digamos, un buen gestor de lo visible, pero que todavía falta, todavía tiene deudas en materias y en áreas más profundas, más estructurales?.
Por esta razón, el sociólogo informó que en sus mediciones ?la imagen de Macri está peor que hace seis, siete meses, se ha desdibujado. Supo tener unos umbrales de imagen positiva relativamente interesantes a lo largo del año pasado. Conserva a nivel local cierto volumen de adhesiones importantes y sí se ha consolidado el PRO como instrumento. Ese es otro riesgo que tienen (los macristas): agotar al PRO en un instrumento para hacer oposición al kirchnerismo. Un instrumento que utilizan los porteños enojados para expresar su bronca con el kirchnerismo?.
Anticipando los problemas de instalación nacional de la imagen del jefe de Gobierno porteño, Ramírez dijo que ?Macri tiene un problema en el país. En la ciudad han generado distintos candidatos, pero todos son idénticamente funcionales para el distrito y disfuncionales para el país. Al PRO le falta un candidato menos parecido al PRO. Pero va a presentar candidatos, porque a la hora de construir candidatos competitivos, en términos de imagen, tiene buenos fierros. Así que no creo que ellos estén muy preocupados. Sí tienen desafíos que son muy visibles ?y no tengo dudas de que deben tener mucha conciencia de eso?, de darle una escala, una perspectiva nacional al PRO, como fenómeno muy restringido, muy homogéneo, demasiado homogéneo?.