Miles de fanáticos boquenses celebraron este martes por la noche el nuevo título obtenido por el conjunto que dirige Carlos Ischia.
Como es habitual en estos casos, el punto de reunión en la Ciudad fue el Obelisco, hacia donde acudieron los hinchas con banderas, camisetas y cualquier distintivo azul y oro. La alegría del pueblo xeneize esta vez es doble, ya que, pese a haber perdido con Tigre 1 a 0, el equipo de la Ribera se consagró campeón, mientras que River, el eterno rival, quedó en última posición por primera vez en su historia.
Cánticos, vueltas olímpicas alrededor del monumento porteño, cargadas a las "gallinas" y fuegos artificiales coronaron la fiesta de la mitad más uno.