En dieciembre de 1989, el Estadio Luna Park fue, por última vez, escenario de una pelea boxística. Mañana este mítico estadio volverá a exhibir un espectáculo de estas características con la pelea que enfrentará al nicaragüense Adonis Rivas contra Omar Narváez.
Esta reapertura no solo servirá para conmemorar sus 70 años, sino también para recordar a Juan Carlos Lectoure, quien fuera uno de sus propietarios y promotor de grandes campeones.
Lectoure falleció en marzo pasado y su sobrino Esteban Livera, planeó la reapertura del estadio para el boxeo y no solo para espectáculos artísticos y reuniones políticas o religiosas, como venía ocurriendo desde hace más de una década.
La Legislatura porteña declaró al estadio LUNA PARK, sitio de interés deportivo, cultural y artístico. La iniciativa, que fue presentada por los diputados Jorge Enríquez (UCR) y Ricardo Bussaca (Partido Popular Cristiano), también establece la colocación de placa recordatoria en el estadio, que se llevará a cabo, mañana a las 17 hs.
En los fundamentos de la presentación parlamentaria, los legisladores señalaron que el Estadio Luna Park, "está tan identificado con la Ciudad de Buenos Aires, como otros tantos espacios que hacen a su esencia y resulta ampliamente merecedor de una recordación como la que propiciamos".
En el Luna Park se disputaron 25 peleas por títulos mundiales y 18 por cetros sudamericanos. Mañana Rivas y Narváez combatirán en un escenario por el que pasaron grandes campeones del boxeo nacional como Pascual Pérez, Horacio Acavallo, Nicolino Locche, Carlos Monzón, Víctor Galíndez, Gustavo Ballas, Santos Laciar y Sergio Palma, entre muchos otros.