Esta tarde, el joven que donó parte su hígado para salvar la vida de su madre, quien padece una ascitis refractaria, fue dado de alta del Centro de Ablación de San Martín, tras presentar una evolución favorable a la operación que se le realizó este martes.
La mujer, de nombre Eva (52 años), debió ser trasplantada como consecuencia de una cirrosis hepática y recibió parte del órgano de su hijo Fernando, de 32 años, quien era el único de su familia compatible.
En declaraciones a la prensa, el donante dijo que "fue muy bueno el trato que recibimos de médicos y enfermeras en todo momento". El joven recomendó donar órganos y pidió a eventuales donantes que "no tengan miedo, que tengan coraje".
En sintonía, manifestó que "tengo que ciudarme por un tiempo en las comidas y no hacer fuerza, después, vida normal".
El trasplante hepático fue el primero en su tipo en Argentina ya que consistió en la donación del lóbulo izquierdo (lo usual es que se done el lóbulo derecho) de un hijo a una madre.