Los vecinos del oeste de la Ciudad de Buenos Aires siguen con el agua en los subsuelos debido a la saturación y el ascenso de las napas freáticas. El problema "salió a la superficie" pública hace menos de un mes, pero su origen en algunas zonas de la Capital lleva ya dos años.
Repentinamente, en los últimos días algunas autoridades se procuparon por la situación e iniciaron un gran revuelo que decantó en numerosos pedidos de informes dirigidos, en su mayoría, al área competente del Poder Ejecutivo porteño. Pero las aguas nuevamente parecen inquietarse.
El Ente de la Ciudad presentó un pedido de informes dirigido al subsecretario porteño de Obras y Servicios Públicos, Fernando Fornas, para que de cuentas de las medidas que está tomando al respecto dicha dependencia.
Humberto Sabattini, coordinador de Atención al Usuario del Ente, le contó a NOTICIAS URBANAS que tanto desde el Gobierno porteño como desde la empresa Aguas Argentinas "se tiran la pelota" y deslindan responsabilidades. "El agua que asciende a la superficie es agua potable", sostuvo el funcionario, quien además dio cuenta del agrandamiento del problema: "En la zona sur de la ciudad, en Mataderos y Lugano, los vecinos también padecen del ascenso de las aguas de las napas. La situación allí es muy crítica, el agua ya está carcomiendo los cimientos", sostuvo Sabattini.
El funcionario del Ente Regulador indicó que están preparando un informe de la situación y un pedido de informes para elevar a la empresa Aguas Argentinas. "Por ahora estamos en permanente contacto con los vecinos de Villa Devoto, Villa Real y Versalles, hasta que se vislumbre alguna solución", dijo. Sabattini también reveló que los vecinos, representantes de la empresa del servicio de agua y funcionarios porteños se estarían reuniendo nuevamente en los próximos días en para seguir discutiendo alguna solución.
AGUAS ARGENTINAS DICE QUE NO ES RESPONSABLE
NOTICIAS URBANAS también tuvo acceso a los documentos de los análisis químicos que realizó Aguas Argentinas en el subsuelo del edificio de la Asociación Eslovena Triglav, en donde el ascenso de las aguas alcanzó el metro y medio y provocó severos daños en las instalaciones.
La muestra extraída indicó que "el líquido infiltrado tiene características de agua de napa modificada", reza el análisis. "La deficiencia apuntada no es originada ni proveniente de redes de la Compañía, por lo que su tratamiento queda bajo la responsabilidad del cliente", dijeron en Aguas Argentinas, deslindando la responsabilidad.
Otro argumento utilizado por la empresa fue responsabilizar a las obras de infraestructura como subtes, autopistas y arroyos entubados, que "impiden el escurrimiento del agua", según informaron fuentes oficiales.
OBRAS PUBLICAS Y LAS BOMBAS
El Gobierno porteño desde un principio culpó a la empresa, no haciéndose responsable del problema que afecta a los vecinos de la Ciudad. Hace pocos días, el secretario de Obras Públicas Abel Fatala había anunciado públicamente en un programa de televisión que "Aguas Argentinas se comprometió a entregar 150 bombas" para aliviar el problema de los vecinos.
Tratando de verificar la veracidad del dato, ni el Ente de la Ciudad, ni el Etoss ni en la asociación eslovena, ni siquiera fuentes de la propia dependencia del gobierno porteño estaban enterados de tales bombas. En todo caso, la instalación las bombas no sería una solución, mucho menos una solución definitiva a un problema que amenaza con "seguir subiendo".
"La instalación de bombas no es una solución, sino la única salida que vislumbramos", señaló un encargado del club Triglav. En dicha institución, que tiene funcionando cuatro bombas extractoras para aliviar el constante ascenso de las aguas –que cada vez es mayor- informaron que tanto el mantenimiento de las bombas como el gasto de energía eléctrica "es demasiado costoso y poco rentable".
El secretario de Obras Públicas, Abel Fatala, sostuvo que "en distritos bonaerenses que lindan con la Capital Federal, Aguas Argentinas desarrolló a niveles muy importantes redes de agua corriente, pero no en la misma medida las redes cloacales para redistribuir esta agua servida, que va a parar a los pozos ciegos que desagotan en las napas. Por eso afloran".
EL ETOSS CONVENIA Y ES ACUSADO POR OBRAS PÚBLICAS
Por su parte, el ETOSS (Ente Tripartito de Obras y Servicios Sanitarios), organismo que regula y controla la provisión de los servicios pluviales y cloacales en la Ciudad y 17 Municipios del Gran Buenos Aires, informó a este medio que firmó en agosto del 2000 con la Provincia de Buenos Aires el Convenio 311 por el que Aguas Argentinas aportó 250 bombas depresoras del nivel de la napa "que se instalaron en la forma y los lugares que determinó la provincia el 20 de septiembre de ese año", comunicaron.
Fuentes del Etoss también informaron que "está en curso la firma de un convenio entre la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación, el Ministerio de Obras Públicas de la Provincia, la Secretaría de Obras Públicas porteña, el ETOSS y Aguas Argentinas al efecto de realizar un estudio integral sobre el fenómeno del ascenso de los acuíferos subterráneos, y adquirir simultáneamente 1.500 bombas de extracción más".
OBRAS PUBLICAS ACUSA AL ETOSS
Entre tanto fuentes ligadas a la Secretaría de Obras y Servicios públicos de la Ciudad aseguraron que "las autoridades del ETOSS deslindan la responsabilidad de la empresa Aguas Argentinas por considerar que la extensión de redes de agua potable no es tan importante como para ocasionar el desborde de napas".
"La explicación de este organismo tiene que ver fundamentalmente con causas climáticas y con el cierre de cientos de industrias que tomaban agua del subsuelo en las distintas zonas", acusaron.
Entre los factores que un análisis preliminar realizado por el Etoss atribuyó al fenómeno del ascenso de la napa freática, se encuentran el aumento de las precipitaciones en la región pampeana, la disminución de la extracción de agua subterránea motivada por el cierre masivo de industrias en todo el Gran Buenos Aires y la sustitución en el servicio de Aguas Argentinas de extracciones subterráneas afectadas por la concentración de nitratos, por agua superficial tratada, según comunicaron desde el ente tripartito.
PEDIDOS DE INFORMES EN LA LEGISLATURA
En la Legislatura porteña, cinco diputados presentaron proyectos, todos muy parecidos entre si, para que el Poder Ejecutivo porteño informe sobre que medidas concretas está tomando al respecto.
El diputado Fernando Finvarb (ARI) le pide al Ejecutivo que informe, entre otros aspectos, en cuanto al riesgo sanitario que trae aparejado el problema y las evaluaciones que están realizando al respecto. Los legisladores radicales Jorge Enríquez y Ernesto Caparra presentaron sendos proyectos de pedidos de informe para saber las medidas que está tomando el Gobierno en cuanto a la ascensión de las napas freáticas. Otro que tomó idéntica medida fue el diputado por Justicia Social Carlos Campolongo. Por último, el diputado Jorge Giorno también pidió informes al Ejecutivo acerca de la calidad del agua potable que se consume en la Capital.
LOS VECINOS RECLAMAN UNA SOLUCION
Hay que decir que el problema de las napas freáticas -la capa de agua más próxima a la superficie- no es "exclusivo de Capital": está avanzando con fuerza cada vez mayor y afecta, desde 1995, a miles de habitantes del Gran Buenos Aires, particularmente de las zonas más pobres del Sur y el Oeste.
El agua surgente de las napas brota por debajo de las viviendas inundando sótanos, garajes y subsuelos. Muchos de los vecinos afectados colocaron bombas y desagotan cientos de miles de litros de agua por día. Otros le echan cloro al agua estancada para que no se convierta en un foco infeccioso, pero el problema está, se incrementa y nadie hasta ahora brinda solución.