Una fuerte discusión consume las horas del Gobierno porteño a días del ingreso en la Legislatura del proyecto de ley de Presupuesto, que para el 30 de septiembre debería ser enviado para su debate y posterior sanción. El meollo de la discusión pasa por si deuda sí o deuda no. Se trata de un pedido de endeudamiento de más de 1.500 millones de pesos, lo que se dice una bicoca. Sobre el particular, al presidente del bloque PRO, Oscar Moscariello, le gusta poner como ejemplo que la ciudad de Madrid llegó a endeudarse por un presupuesto entero, es decir que si el ejercicio fue de 15 mil millones, la deuda fue del mismo monto.
"Nosotros estamos pidiendo 1.500 millones de pesos sobre un presupuesto de 18 mil millones", explica Moscariello a quien quiera escucharlo.
Que el macrismo piensa seguir endeudándose, no hay dudas; la discusión pasa por si el permiso para contraer un empréstito irá a la Legislatura junto al Presupuesto o si lo van a hacer por una ley aparte. Al respecto, fuentes legislativas estrechamente ligadas al ministro de Hacienda, Néstor Grindetti, aseguraron a Noticias Urbanas que la segunda opción sería la que contaría con mayores posibilidades.
Desde la oposición parece que ya les habrían advertido que el Presupuesto 2009 "no pasa" con una deuda de ese tamaño, "cuando todavía tienen dando vueltas los 500 millones de dólares del Foiso (Fondo de Infraestructura Social)", indicó el diputado Raúl Fernández a este semanario. En esa misma dirección piensa el legislador Alejandro Rabinovich, quien señaló que si el Ejecutivo manda a la Legislatura un presupuesto con ese nivel de endeudamiento, seguramente el oficialismo no va a conseguir los votos necesarios para aprobarlo.
El mismo Moscariello admitió esta dificultad y afirmó que el espacio político que él integra estaría dispuesto a aceptar quitar del Presupuesto ese pedido de autorización -si finalmente fuera incluido- y negociarlo por una ley aparte.
Pero el "Colo" Fernández mortificó: "Quieren tomar más deuda cuando tienen unos niveles de subejecución im-pre-sio-nan-tes". Sí, así lo dijo: remarcando cada sílaba.
El presupuesto que Macri envía a fin de mes para el ejercicio 2009, estaría previendo un aumento en la alícuota de Ingresos Brutos, con el cual el oficialismo dice financiaría el endeudamiento. Amén de un aumento en concepto de Coparticipación, que este año, se cree, podría ascender a 1.500 millones de pesos.
Moscariello defendió el pedido recordando que la Ciudad debe poner en valor 28 de los 33 hospitales porteños, 300 edificios destinados a colegios y los 60 Centros de Salud Comunitarios que quieren poner en marcha.
Por otra parte, el macrismo justificará que además tiene que repavimentar las calles, financiar el traslado del gobierno al centro cívico que piensa construir en Barracas, ensanchar la Avenida Paseo Colón, poner en valor parques y paseos y, aunque Cristina Fernández no lo crea, invertir en la obra del Matanza-Riachuelo. El macrismo defenderá también esa intención con el conocido latiguillo de Diego Santilli: "Nosotros, históricamente, acompañamos todos los proyectos que proponen endeudamiento siempre que sea para hacer obra pública, nunca para gastos corrientes".
Sin embargo, basta recordar el fallido paso del ministro de Hacienda de Jorge Telerman, Guillermo Nielsen, cuando pidió al cuerpo legislativo deuda para pagar los vagones de los subtes. Fue así: el proyecto entró por la puerta de la Legislatura y a Nielsen, Telerman lo tiró por una ventana de Bolívar 1.
Pero es lógico que Macri quiera volcar gran parte de los recursos disponibles en la obra pública si se tiene en cuenta que el 2009 es un año electoral que se las trae. Y de esto sabe algo, porque en su propio entorno ya estalló la pelea por las candidaturas a legisladores de la Ciudad y nacionales.
De lo que no diría nada el Presupuesto 2009 es sobre futuros aumentos salariales, a pesar de la fuerte presión que están ejerciendo los gremios para que el ejercicio del próximo año contemple al menos algún dinerillo para los empleados estatales.
Moscariello, en este sentido, reconoció que de la pauta salarial se va a empezar a hablar recién a principios del año que viene y que ese dinero va a salir de una futura ampliación presupuestaria que piensa pedirle el Ejecutivo al Legislativo.