Recién llegado de unas vacaciones en Nueva York, Ricardo López Murphy se relanza a la política, después de dos derrotas electorales que lo dejaron golpeado y en un subsiguiente período de introspección.
En esta nueva etapa, orbita en el espacio de la estrella política
del momento: el vice Julio Cobos. Y lo hace en la Ciudad, la misma en la que nació y en la que, en 2003, triunfó en las urnas.
Desde su nuevo experimento político, Convergencia Federal, el Bulldog está participando de hecho en el Acuerdo Cívico y Social (ACyS). Por eso es que los radicales, con quienes suele reunirse a menudo, no descartan su posible candidatura a jefe de Gobierno porteño o a legislador en 2011.
Pero él prefiere no hablar de eso. No ahora, al menos. ?Es un error anteponer las candidaturas. No podemos cometer las mismas equivocaciones de lo que sucedió con la Alianza, porque realmente tenemos una chance histórica de volver a gobernar la Argentina. Pero para eso hacen falta tres cosas: un sistema político que funcione, en el que debemos trabajar por un programa de gobierno que resuelva, por un lado, la pesada hipoteca que dejará el kirchnerismo y, por otro, que provea una visión del mundo. Y finalmente tenemos que encontrar un mecanismo de resolución interna de conflictos, porque quien no garantiza la gobernabilidad hacia adentro, menos lo hará hacia afuera?, dice.
El año pasado rechazó el convite de Elisa Carrió para presentarse como candidato en la Ciudad; pero sus contactos fluidos con el presidente de la UCR, Ernesto Sanz, y la mendocina Cynthia Hotton, mano derecha del vicepresidente, siguieron.
Con Mauricio Macri, su ex socio, es lapidario. Incluso sugirió que ?algo raro? existe entre el jefe porteño y los Kirchner, que lleva a PRO a renunciar incomprensiblemente al porcentaje que debería percibir la Ciudad por el negocio del juego. ?En todos los lugares del mundo existen dos actitudes frente al juego: se lo restringe a determinadas áreas o se lo grava fuertemente. Bueno, aquí no sucede ninguna de las dos, y encima hay una renuncia de Macri a cobrarle a la Nación lo que corresponde. Es para sospechar?, considera.
?¿Sugiere que Kirchner ?vía Cristóbal López? y Macri comparten un negocio?
?No me gusta acusar sin pruebas… Pero, a menos que compartan el gusto común por la ludopatía, lo que pasa con el negocio del juego en la Ciudad es difícil de explicar.
?¿Cree que habría que prohibirlo?
?Yo lo prohibiría, aunque me acusen de querer vivir en un monasterio. Pero si no se prohibe, al menos que paguen lo que corresponde, como hacen los americanos con el tabaco, otra industria de fuerte costo social, a la que se grava fuertemente. En Estados Unidos se restringe a ciertos lugares, como Las Vegas; en Europa se grava. Acá, en cambio, en medio de semejante crisis, todo el mundo quiere tener bingos y casinos. Y sabemos bien cómo el juego destroza familias.
?Y, dígame, cuándo usted era socio de Macri, ¿no se daba cuenta de cómo era él?
?Creo que fui ingenuo y, también, que dejé pasar varios elementos que me anunciaban que esa alianza era un error, y cómo era Macri.
?¿Qué elementos?
?Bueno, su pasado o el hecho de que nunca tuviera presencia en los discursos que yo solo armaba para el espacio, o que no fijara posición ante los medios. Pero si era diputado y no iba al Congreso?
Si uno no establece su posición en el Congreso, ¿dónde
lo va a hacer? Así es que lo lamento y me lo autorreprocho. Lo más lamentable es que cuando señalo errores o mentiras de la gestión PRO, cuando cuestiono los vetos arbitrarios o la falta de un plan de inversión pública o la discrecionalidad de la pauta publicitaria, sólo recibo agresiones personales. Y eso no me parece sano.
?¿Qué mentiras?
?Bueno, la promesa de hacer 10 kilómetros de subte fue una mentira, por ejemplo.
?Usted recalca la necesidad de regenerar mecanismos de autogobierno dentro de las fuerzas políticas, sobre todo de las nuevas. Últimamente, para contraponerlo con el kirchnerismo, se suele dar como ejemplo a Chile y a Uruguay, pero, ¿no son casos bastante distintos?
?Para nada, no hay países más parecidos que Chile y Uruguay. Y lo raro de todo eso es que ellos jamás soñaron con ser un ejemplo para nosotros. Más bien siempre fue al revés.
?¿Mujica no le impactó seduciendo a los empresarios argentinos?
?Casi parecía López Murphy, ¿no le parece? (risas). Más me impactó que apareciera al lado de Lacalle y Sanguinetti, mientras acá la Presidenta llama ?perros? a los opositores. A ver: creo que lo de Mujica es de sentido común. Sin embargo, en los últimos años jamás vi algo así en la Argentina.
?Usted se jacta de ser frontal pero, ¿tolera tanta verdad la cultura política argentina?
?Y, a mí bien no me fue. Pero de eso sí que no me arrepiento. Prefiero ser intransigente a sumarme a algo con lo que no estoy de acuerdo. Y eso va más allá de mi éxito personal. ¿Se acuerda cuando en la campaña de 2003 denunciaba los fondos de Santa Cruz y nadie me llevaba el apunte?
?Me acuerdo.
?Bueno, y a pesar de que en ese momento la gente no quería escuchar, hoy recién nos damos cuenta de que es así. Así que yo persisto en decir las cosas como son.
Fundó Recrear en 2002 y lo abandonó en 2008, después de los comicios generales que lo dejaron, virtualmente, con dos derrotas. Es que el 1,45 por ciento que obtuvo su candidatura
a senador por Buenos Aires no le alcanzó tampoco para sentarse en una banca de la Cámara Alta. Ahora, vuelve al tema de elaborar un rumbo, un programa coherente.
?¿Cómo se construye la confianza en el Acuerdo y en torno
a la figura de Cobos?
?Dialogando abiertamente, y en torno a un programa serio de gobierno. El otro día, Cobos presentó un proyecto de educación muy elaborado, que es un punto de partida para debatir. Y eso debería hacerse en las áreas. Cuándo hablo de un proyecto, me refiero a responder: ¿adónde queremos ir? ¿Queremos ser como Venezuela o como Canadá y Australia?
?¿Y usted para dónde quiere ir?
?Bueno, yo ni loco iría hacia el modelo de Venezuela, eso está claro. Pero los proyectos tienen que ser explícitos, y ese debate es el que diluye las dudas y sospechas. No como hace De Narváez cuando dice que quiere más seguridad y no nos explica cómo lo va a lograr. Yo también quisiera ser más flaco y más buen mozo, pero, ¿cómo lo logro?
?Ahora, la pregunta del millón: ¿Nación o Ciudad en 2011?
?Por si le sirve de antecendente, siempre ocupé importantes cargos nacionales.