El candidato izquierdista Pedro Castillo encabeza el conteo del ballotage en Perú sobre su rival Keiko Fujimori, en un proceso con final abierto. El maestro de escuela rural, de 51 años, tomó la delantera el lunes pero continúa la lucha codo a codo con la hija del ex presidente Alberto Fujimori, de 46 años, según los cómputos de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE).
En las primeras horas del martes, Castillo confirma su ventaja con el 50,24% de los votos, frente al 49,75% de Fujimori con un total del 97,17% de las mesas escrutadas.
A lo largo del conteo, Fujimori se lanzó a denunciar en una rueda de prensa un supuesto “fraude sistemático” en el ballotage, al señalar que habían detectado una serie de presuntas irregularidades que atribuía al partido Perú Libre, de su rival Pedro Castillo. Ante un asunto que les “preocupa” y que es “importante evidenciar”, animó a los ciudadanos a que denuncien los casos que conozcan.
Entre las irregularidades que citó la candidata se encuentran las impugnaciones de las actas en las que llevan un mayor número de votos que su contrincante, las charlas de capacitación de Perú Libre en las que piden a sus representantes llegar temprano para asegurarse los votos o la denuncia contra un delegado de ese partido que marcó 87 cédulas en forma fraudulenta. “Hay una clara intención de boicotear la voluntad popular”, afirmó Fujimori, y pidió que las denuncias de otros casos similares sean compartidas en las redes bajo el lema #FraudeEnMesa.
Ante estas acusaciones, Castillo afirmó que será “el primero en hacer respetar la voluntad del pueblo peruano” e hizo un llamado a la paz, a la tranquilidad y a la cordura, y llamó a “defender la democracia que se expresa en cada uno de los votos, dentro y fuera de nuestro amado Perú. No podemos descansar. Que esta vigilia histórica permita el renacer de un nuevo país”.
Debemos estar atentos para defender la democracia que se expresa en cada uno de los votos, dentro y fuera de nuestro amado Perú. No podemos descansar. Que esta vigilia histórica permita el renacer de un nuevo país. #ADefenderElVoto pic.twitter.com/LOJvCsE1oL
— Pedro Castillo Terrones (@PedroCastilloTe) June 8, 2021
Por su parte, la Misión de Observación Electoral (MOE) de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en Perú ha felicitado al pueblo peruano por una jornada electoral “pacífica y democrática” y ha aplaudido los “llamados a la tranquilidad” de los candidatos, a quienes ha pedido que “prevalezca” su “actitud democrática”.
#LoÚltimo | Misión de Observadores de la Unión Interamericana de Organismos Electorales (UNIORE) reconoce que el proceso electoral llevado a cabo el 6 de junio fue organizado de manera correcta y exitosa de acuerdo con los estándares nacionales e internacionales. pic.twitter.com/qdn9VNteYS
— JNE Perú (@JNE_Peru) June 8, 2021
Lo ajustado del resultado hace que aún no se pueda confirmar la victoria del candidato de izquierda, que de ganar sería el primer presidente de la República ajeno a las élites limeñas que han dominado la historia de ese país desde la época de la colonia, pues la distancia es mínima entre los contendientes y las variables del recuento son muy amplias.
Aún falta por contar la gran mayoría del voto de los peruanos del exterior, varios cientos de miles de sufragios en los que, según avanza el recuento, Fujimori obtiene un mayor respaldo.
Pero también faltan otros tantos miles de votos procedentes del interior rural, en donde la votación a favor de Castillo es superior al 80%.
La carrera pasa entonces por ver si Fujimori es capaz no solo de compensar la distancia que ya la separa de Castillo, sino también el peso del voto campesino que sostiene al candidato del partido izquierdista Perú Libre.
De todas maneras, lo parejo de la elección demuestra que gane quien gane, el panorama parece difícil para el próximo Ejecutivo. El nuevo jefe o la nueva jefa de Estado asumirá el mando de un país claramente dividido en dos mitades, castigado por la pandemia —la cifra actualizada de más de 180.000 muertos le depara la mayor tasa de mortalidad del mundo— y por la crisis económica. El caos político del último lustro, con cuatro presidentes en cinco años, amenaza además con volverlo ingobernable. Ni Keiko Fujimori ni Pedro Castillo tendrían mayoría parlamentaria.