Barrios de Pie denunció que el Gobierno porteño redujo un 33 por ciento la asistencia a los comedores comunitarios. El coordinador en la Ciudad de Somos Barrios de Pie, Walter Córdoba, respaldó sus dichos en un reciente relevamiento que hizo el movimiento social que integra y ratificó la denuncia del “Frente por una Ciudad Justa y Solidaria” contra la administración porteña por haber reducido la asistencia a la población en situación de vulnerabilidad social.
“Estamos organizando una campaña para exigirle al Gobierno de la Ciudad el reconocimiento económico de las cocineras y promotoras”, señaló Córdoba y agregó que “la pandemia visibilizó su protagonismo social ante el aumento de la demanda alimentaria, además de que (esas trabajadoras comunitarias) acompañan las políticas sanitarias y tienen un rol indispensable”.
El relevamiento de las organizaciones que integran el mencionado Frente reveló que “los comedores conveniados sufrieron recortes de hasta un 33 por ciento en la cantidad de alimentos que reciben” por parte de la administración que encabeza Horacio Rodríguez Larreta y que “los nuevos comedores, merenderos y ollas populares que surgieron en este contexto, siguen sin recibir ningún tipo de asistencia: deben autoabastecerse de alimentos, elementos de higiene y seguridad. Sus trabajadores, esenciales, siguen sin ser reconocidos”.
Córdoba aseguró que “la asistencia (de personas en situación de vulnerabilidad) a los comedores y merenderos aumentó cuatro veces y el gobierno local no lo reconoce”.
Y afirmó que “son 750 los comedores y merenderos y 16 las ollas populares que en conjunto dan de comer a 25.000 personas”.
Sin embargo, según el dirigente de Somos Barrios de Pie, el Gobierno de la Ciudad solo reconoce de modo oficial a 400 de ellos, a los cuales envía bolsones de alimentos secos, alimento no fresco*.
El movimiento social viene realizando acciones para que dar visibilidad al recorte efectuado por la gestión porteña. Este último jueves encabezaron un masivo abrazo solidario a la Jefatura de la Ciudad donde fueron s reclamar contra esa reducción con las mismas ollas y las cocineras que ponen el cuerpo a diario en los comedores comunitarios de la Ciudad.
En tanto, los últimos datos del Ministerio porteño de Desarrollo Humano y Hábitat indican que “la asistencia a la red de 471 comedores comunitarios de la Ciudad se incrementó aproximadamente en un 41%, donde las personas asistidas pasaron de 92.000 en (tiempos) prepandemia a 130.000 en la actualidad”.
A su vez, desde esa cartera precisaron que la asistencia alimentaria a centros de primera infancia y jardines comunitarios, junto a los comedores, pasó de 102.000 personas antes de la pandemia a 353.000 en la actualidad, a través de la entrega de módulos alimentarios en barrios populares, la tarjeta Ciudadanía Porteña, lo que representa un aumento del 246%.
Sin embargo el Frente denuncia que Desarrollo Humano y Hábitat “tuvo un recorte de 940 millones de pesos y en el programa que asiste a comedores conveniados hasta el momento sólo ejecutó el 1% del total”.
“La situación sociosanitaria de la Ciudad de Buenos Aires es alarmante. El distrito más rico del país no ha implementado hasta el día de hoy ninguna medida excepcional de asistencia directa, ya sea alimentaria o económica”, adviertieron desde el Frente.
Y reclamaron que se “lleve adelante medidas extraordinarias que resuelvan estas situaciones apremiantes.
En paralelo, se deben tomar medidas que apunten a combatir la desigualdad en términos de ingresos y de acceso a derechos básicos, como son la salud, la educación y el hábitat digno, y generar trabajo. En la Ciudad el desempleo llega al 10%, pero en la zona sur de la Ciudad llega al 15%, más que duplicando a la zona norte de la Ciudad. Las mujeres, los jóvenes y los trabajadores de la economía popular fueron los más afectados por la pandemia”.
El Frente está integrado, entre otras organizaciones sociales y políticas, por La Cámpora, Nuevo Espacio de Participación, Movimiento Evita, Unidos y Organizados, Somos Barrios de Pie, y Corriente Clasista y Combativa. Participan también referentes de derechos humanos, de organizaciones sindicales y agrupaciones religiosas y culturales.