Unos 12 mil abogados votarán este jueves en la elección para renovar la conducción del Colegio Público y elegir por primera vez a las autoridades de la Caja jubilatoria (Cassaba), el verdadero eje de la disputa que se dará entre los hombres de leyes de la Capital.
En verdad, la elección del Colegio ha pasado a un segundo plano en la contienda que tendrá lugar este jueves, en el edificio de Corrientes al 1400. El interés se trasladó a dirimir quién se va a quedar finalmente con el manejo de los fondos jubilatorios de los abogados que, según se estima, rondarían entre un piso de 60 millones anuales y un techo de 130.
Cuatro listas -dos progresistas y otras dos conservadoras- competirán este jueves, entre las 8 y las 18, en las urnas que instalarán en el Colegio, sobre un padrón de 70 mil abogados matriculados en Capital, que quizá no sepan que esta elección será seguida de cerca en los pasillos del poder. Que será monitoreada por funcionarios nacionales y porteños, la mayoría de los cuales son abogados.
"Es que con la crisis de los partidos políticos, el Colegio y la Caja empiezan a ser vistos como un aparato, una suerte de ministerio", coincidieron integrantes de las distintas listas que participan en esta elección, en las que la oposición progresista y conservadora intentará arrebatarle el sillón al oficialista Hugo Germano, actual presidente del Colegio y ahora postulante a la preciada Caja.
Una de las listas progresistas está apadrinada por el jefe de Gabinete de ministros Alberto Fernández y lleva al abogado laboralista Elías Zalazar como candidato a presidente de la Caja y al ex juez Javier Fernández Moores como postulante a presidir el Colegio. La otras dos listas opositoras representan a sectores conservadores, a apellidos tradicionales de la sociedad porteña y a los grandes estudios jurídicos de la Capital.
Una de ellas, la encabezada por Guillermo Borda, lleva como candidato a controlar la Caja al ex ministro de Trabajo de Raúl Alfonsín, Ideler Tonelli. La segunda oferta, Convergencia Renovadora, postula al jurista Juan Carlos Pratesi para el Colegio y al ex juez de la Corte Suprema, Jorge Bacqué, para el manejo de los fondos jubilatorios.
"La pelea va a ser difícil", admite a NOTICIAS URBANAS un funcionario del Gobierno porteño, ligado a la lista K de Alberto Fernández. Desde esta lista, que va en alianza con el ARI, el socialismo y el ibarrismo porteño acusan al oficialismo de Germano de querer imponer una "mayoría automática" en la Caja para manejarla a su gusto.
Ocurre que la Caja, creada el año pasado por una ley que costó mucho trabajo en la Legislatura, tendrá un directorio de nueve miembros que, a su vez, necesitarán tener mayoría en la Asamblea para poder aprobar sus resoluciones. Según apuntan desde la oposición, cada candidato del oficialismo al directorio de la entidad se habría asegurado un mínimo de cinco asambleístas.
Ocurre también que la interna de los abogados tiene sus ramifaciones en el Consejo de la Magistratura, la Facultad de Derecho y las asociaciones profesionales que los agrupan. Por ejemplo, la Asociación de Abogados de Buenos Aires nuclea al oficialismo de Germano (hoy distanciado de Ibarra y cercano al radical Juan Gauna), en tanto que el Colegio de Abogados de la calle Montevideo, presidido por Roberto Durrieu, contiene al pensamiento de la derecha conservadora.
Otro ejemplo: tanto la lista de Borda, como la de Pratesi tienen las simpatías de la Fundación Bicentenario, una entidad que agrupa al menemismo residual y que fogoneó la oposición de Eugenio Zaffaroni a la Corte Suprema de Justicia.
Así las cosas, en la pelea de los abogados capitalinos parece jugarse bastante más que las condiciones profesionales de los hombres leyes. Una caja con millones y los vaivenes de la política mayor también jugarán en las sombras.