La política electoral no se toma vacaciones. Y mucho menos en un distrito tan importante como la Ciudad. La prueba más palpable de la afirmación anterior tiene nombre y apellido: Nilda Garré. La ministra de Seguridad de la Nación toma decisiones que afectan de una manera directa la vida diaria de los porteños. Las medidas de la funcionaria kirchnerista de retirar por tandas a los efectivos de la Policía Federal de las custodias de los lugares públicos, de los subtes y dentro de poco de las autopistas, provocaron cruces altisonantes con importantes ministros del gobierno de Mauricio Macri. Pero la elección de Garré de abocarse a la Capital Federal no es una decisión azarosa.
?El objetivo de la ministra es la elección para jefe de Gobierno
de 2015. En realidad, Garré cuenta con el aval de la propia Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, y el periodista K Horacio Verbitsky, con quien mantiene una relación de años, para ser la candidata del kirchnerismo en la Ciudad?, le adelantó a Noticias Urbanas un importante funcionario del Gobierno nacional.
Las chances de la ministra de Seguridad crecieron en los últimos meses debido a la situación política de los K en la metrópoli. La última elección que se celebró en la Ciudad en 2011, que ganó de una manera contundente Mauricio Macri, reformuló el panorama del peronismo porteño. Luego de la segunda derrota electoral que sufrió en el distrito el senador nacional Daniel Filmus, sus chances para volver a ser candidato son casi nulas. El otro postulante de peso que surgió durante el año que terminó fue el actual vicepresidente de la Nación y exministro de Economía, Amado Boudou, quien compitió en la terna de candidatos kirchneristas que integró junto con Filmus y el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, de la cual la Presidenta eligió al exministro de Educación de la Nación para competir con Macri. ?Con la llegada de Boudou a la Vicepresidencia, el economista piensa más en ser candidato presidencial en 2015 que en la Capital Federal. Aunque la posibilidad de la Ciudad no está descartada de ninguna manera.
Su círculo más cercano lo trata de convencer de que opte por la metrópoli en vez de ir por la Nación?, le confirmó a este medio un colaborador del vicepresidente. Ante este cuadro de situación, las posibilidades de Garré crecieron enormemente.
?En la Ciudad, la imagen de Garré es muy buena y a eso se le agrega que tiene una gran capacidad de gestión que es muy valorada por todos. No hay que olvidar que durante el gobierno de Néstor Kirchner y el primer mandato de Cristina, la exfrepasista se hizo cargo de una cartera muy complicada como la de Defensa, más si se tiene en cuenta que es una mujer en un puesto donde siempre se colocó a hombres y que existe cierto machismo cultural en todos los organismos de seguridad y las mujeres no son bien recibidas. Cristina valoró mucho lo que hizo en Defensa y por eso la nombró al frente del Ministerio de Seguridad, donde además de dirigir a la Federal debe mandar a la Gendarmería y a la Prefectura?, señaló ante NU un funcionario de la cartera de Seguridad.
Y que Garré tenga un discurso en el cual su eje es la seguridad, hace centro en la bandera política de uno de los emblemas de la centroderecha porteña, que lidera el Pro. El tema de la inseguridad es uno de los problemas que lideran todas las encuestas de opinión en donde los porteños rebelan sus preocupaciones. Por eso las movidas de la ministra hacen hincapié en esa cuestión. ?En la Federal parece que no existiera otro tema, sino todo lo que tiene que ver con sus funciones en la Capital Federal. Ese es el razonamiento nada ingenuo que Garré plantea todo el tiempo en los medios de comunicación y desde ese lugar tratar de embarrarle la ancha al macrismo al dejarlo sin efectivos de la PFA en lugares que afectan directamente a los ciudadanos de a pie, como son los hospitales o más recientemente los subtes?, le explicó un político porteño a Noticias Urbanas.
Según esta lógica, al quitar los miembros de la Federal que trabajan en la metrópoli se le genera un problema mayúsculo al gobierno de Macri, ya que no cuenta con los efectivos necesarios de la Policía Metropolitana (PM) para reemplazarlos. La PM apenas supera los tres mil hombres, lo que obliga al macrismo a contratar a integrantes de agencias de seguridad para que cubran las vacantes dejadas por los federales. Eso debió hacer el Pro en el caso de los hospitales porteños.
En la Ciudad existe alrededor de un 25 por ciento del electorado que votaría sin dudarlo a Macri para presidente, o sea que la pelea de Garré en el distrito sería por tratar de convencer al resto de que ella es la mejor candidata. El
problema es que el 75 por ciento restante está muy fragmentado y que a pesar de la buenaimagen de la ministra en la Ciudad, Garré carga con una contra que está relacionada con ciertos manejos autoritarios que los porteños le endilgan a la hora de anunciar las medidas de seguridad.
?Podría decir lo mismo pero de otra manera, de una manera más políticamente correcta y amigable, y los vecinos la aceptarían igual, pero ella tiene otra manera de comunicar
las cosas?, manifestó un encuestador.
Pero existe otra explicación de por qué la ministra avanza en retirar a la Federal de la Ciudad. ?Esto tiene una explicación
política y electoral muy clara: es un apriete contra Macri para asfixiarlo en el tema policial y que se le enquilombe la Capital para que de esa manera se vea obligado a pedirle ayuda al Gobierno nacional y ahí aparezca Garré para solucionar el conflicto que supuestamente no podrá solucionar el ingeniero. Y eso tiene que ser rápido, porque si el Gobierno nacional deja pasar el tiempo, en unos años la Metropolitana contará con los efectivos suficientes para manejar la Ciudad y ya no podrán apretarlo con esa cuestión?, detalló ante NU un comisario en actividad.
La elección de Garré para pelear el distrito también tiene que ver con que la funcionaria ya es una política hecha y derecha,
que no necesita improvisar, tiene espalda para mantener cualquier tipo de debate, tiene carácter para tomar decisiones
de peso y además es honesta. Y estas capacidades sumadas al conocimiento popular que posee es algo que el kirchnerismo porteño no tiene. En la Legislatura no existe un candidato con ese peso; aunque todos resaltan la figura del legislador y jefe de bloque del Frente para la Victoria, Juan Cabandié, su juventud le juega en contra. ?Juan es el jefe indiscutido de los K en el palacio legislativo. Nadie hace nada sin contar con el visto bueno de él. Pero por su edad todavía le falta y es muy útil en la pelea legislativa?, explicó un dirigente del PJ local.
A pesar de los cruces con el gabinete macrista por la quita de efectivos de la Federal, Garré mantiene una buena relación con el ministro de Justicia y Seguridad del Gobierno porteño, Guillermo Montenegro. El funcionario Pro es un hombre que viene de la familia judicial, fue fiscal federal y juez del mismo fuero, y tal como adelantó este medio, es uno de los hombres que se reúne con la kirchnerista para hablar de los temas de seguridad que afectan a la Nación y a la Ciudad de igual manera. Meses atrás ambos se reunieron para hablar del posible traspaso de la Superintendencia de Seguridad Metropolitana de la Policía Federal a la órbita de la Ciudad. Las reuniones son amigables pero cuando surgen las primeras dificultades el ministro se apura a aclarar que ?el problema no es él sino Macri?, dejando en claro que ese es el motivo por el cual no se llega a un acuerdo.
Al referirse al conflicto que mantiene con Macri por la seguridad, Garré es clara: ?La Ciudad tiene sus efectivos y hay que dividirnos las tareas. Por eso es lógico retirar a efectivos de la Policía Federal de la custodia de edificios, hospitales, subtes y las autopistas?. El desempeño de Garré en la lucha contra la corrupción en la Federal le sumó puntos ante Cristina. Aunque una fuente jerárquica de la Federal le manifestó a Noticias Urbanas que la ministra de Seguridad avanza contra solo un sector de la fuerza y no es tan dura con otro grupo, el que encabeza, nada menos que el jefe de la Federal, el comisario general Enrique Capdevila, hombre cuyo padrino político es el secretario Legal y Técnico de la Presidencia, el ultracristinista Carlos Zanini.
La ministra tiene un pasado peronista y es la exmujer del expresidente del Partido Justicialista durante el regreso de Juan Perón al país en 1973, Juan Manuel Abal Medina. Fue una antimenemista acérrima y abandonó el partido en esos años para sumarse al Frepaso, con el cual fue convencional constituyente en 1994. Luego llegó a la Cámara de Diputados
y durante el gobierno de la Alianza fue viceministra del Interior de Federico Storani. Al igual que Verbitsky, mantiene una estrecha relación con el sector más progresista del Partido Demócrata de los Estados Unidos.
Con todos estos antecedentes y su injerencia en la política de seguridad de la Ciudad, la figura política de Garré se afianza
en la metrópoli y cada vez queda más claro que su objetivo
final es el Palacio de Gobierno, ubicado en Bolívar 1.
