Aníbal Ibarra, volvió a la arena política con un acto en el que presentó al Frente Progresista y Popular, su flamante espacio político.
El encuentro se realizó este viernes por la tarde en la sala de un hotel de la zona de Retiro, cuya puerta lució un doble cordón policial. Con un encendido discurso, el ex jefe de Gobierno destacó algunos logros de su gestión -en especial en educación- y les disparó munición muy gruesa a Mauricio Macri y lo que denominó "la derecha" -volvió a acusar a este sector de "golpista"- y a Lilita Carrió, a la que llamó "gorila" y vinculó a este espacio. "Carrió y Macri cada vez se parecen más", apuntó, sin pelos en la lengua.
Se refirió a su destitución y dijo que "la derecha" quiso sacarlo de la cancha. "Pero se equivocaron: los muertos que vos matáis gozan de buena salud", manifestó. Y les agradeció a los sectores y dirigentes que lo apoyaron y "defendieron la institucionalidad". Particularmente nombró a Raúl Alfonsín, Daniel Scioli y Daniel Filmus.
Ibarra marcó la cancha al decir que no se juntaba ni con Carlos Grosso ni con Miguel Ángel Toma. Sus operadores reconocieron que fue una crítica dirigida al jefe de Gobierno, Jorge Telerman, quien se habría reunido con ambos.
También le apuntó al área de Hacienda que conduce Guillermo Nielsen. Sin nombrar directamente al ministro, expresó que le preocupaba que nuevamente sobrevolara sobre el Banco Ciudad el fantasma de su privatización.
Ibarra lanzó un fuerte llamado a las fuerzas progresistas para "derrotar a la derecha" y se mostró en contra de no abrir el juego político. "No me llamen para jugar en esa cancha", remarcó. Sus palabras llegaron como un toque de atención para su tropa, después de que se produjera un cruce mediático entre los ibarristas que responden al ex jefe de Gabinete -y actual secretario general del Gobierno porteño-, Raúl Fernández, y los que se encolumnan detrás del ex secretario de Cultura, Gustavo López.
Al hablar de la conformación de un espacio progresista, el ex jefe porteño destacó varias acciones del Gobierno nacional, en especial, la reforma de la Corte Suprema, la renegociación de la deuda externa y, sobre todo, la política de defensa de los derechos humanos. "Esto tenemos que aplaudirlo sin ponernos rojos porque no seamos parte del Gobierno", señaló. Sin embargo, criticó los acuerdos de Kirchner con "gobernadores y dirigentes que representan lo peor de la política" y aclaró que no compartirá "una política encerrada en un aparato".
Al encuentro asistieron o adhirieron, entre otros, Raúl Fernández, Gustavo López, Eduardo Epszteyn, Roxana Perazza, Marta Albamonte, Abel Fatala, Daniel Rosso y Laura Moresi.
Previo al acto, un grupo de familiares de víctimas de Cromañón realizó un escrache en la puerta del hotel, nombrando a los chicos muertos. Allí se generaron algunos forcejeos con las fuerzas de seguridad, cuando un simpatizante ibarrista increpó a los familiares con un "¿hasta cuándo van a seguir?". Poco antes de finalizar el mitin, una familiar consiguió "colarse" con un cartel que pedía justicia para los chicos de Cromañón, logrando acaparar los flashes y algunos insultos de los ibarristas, sin que la situación llegara a mayores.
TEXTUALES DE UN DISCURSO CALIENTE
"Los que nos echaron de la Jefatura de Gobierno hace unos meses pensaron que nos iban a sacar de la cancha. Se equivocaron. Y les decimos a ellos que los muertos que vos matáis, gozan de buena salud".
"La educación pública es una gran responsabilidad de parte del Estado y nosotros fuimos consecuentes con eso. La Ciudad de Buenos Aires no hay una educación de primera para los que tienen plata y una de segunda para los que no tienen. Desplegamos un Estado que invirtió recursos para achicar las desigualdades".
"Siempre entendimos la política como una expresión plural. Hicimos un gobierno plural".
"El electorado de la Ciudad de Buenos Aires mira atentamente qué es lo que vota. Nosotros le ganamos dos veces a la derecha en esta ciudad. Les ganamos dando el debate. No ganamos ni una sola elección colgados de la boleta nadie. Con la sociedad, sin aparatos ni estructuras. Y a muchos no les gustó. Entonces aprovecharon la terrible tragedia de Cromañón para pasar facturas políticas".
"Quiero expresar un reconocimiento a todos los sectores que estuvieron con la institucionalidad, sectores intelectuales, organismos de derechos humanos, artistas, deportistas, dirigentes políticos de diferentes signos". (Nombró especialmente a Daniel Scioli, Daniel Filmus y Raúl Alfonsín).
Sobre Cromañón: "O la justicia decía que era delito o la sociedad nos bajaba el pulgar. Y aquí no ocurrió ni una cosa ni la otra. Resulta que la justicia, después de un año, desvinculó de la causa al que en ese entonces era secretario de seguridad y quien les habla nunca fue citado. No hay un solo funcionario ni empleado del Gobierno de la Ciudad procesado por la tragedia. Sin embargo, sí hay cuatro policías de la comisaría séptima y nadie habla de esto porque se metió la política a manipular el tema. Y la sociedad no bajó el pulgar, cualquier encuesta dice que el 70 por ciento o más rechazó mi destitución".
"Es fundamental que la Ciudad de Buenos Aires no sea ganada por la derecha, que la mira como un lugar para hacer negocios en lugar de poner al Estado al servicio de la sociedad. La derecha quiere poner al Estado al servicio de los negocios del sector privado".
"Acá conformamos un frente donde estemos todos los que pensamos de alguna manera parecido, o la derecha se va alzar con la Ciudad de Buenos Aires. En la última elección ganó Macri porque el electorado que supimos juntar las dos veces anteriores esta vez fue separado".
"Una dirigente como Carrió, que surgió con ímpetu progresista, de centroizquierda, la verdad es que terminó encerrada en un conservadurismo gorila mucho más cerca de López Murphy y Macri que de los sectores progresistas".
"Yo creo que Macri viene para la Ciudad, porque lamentablemente ve esta dispersión y entonces piensa que, en esta confusión, puede alzarse con la Ciudad. Sabemos lo que Macri representa".
"Estamos planteando la creación de un frente. Pero si bien tiene que ser amplio, también tiene que tener sus límites. Porque hay quienes entienden que en política vale todo para llegar al poder. No cuenten conmigo para esa construcción política. Para dar un ejemplo, yo no construyo con lo que puede expresar políticamente Patti en la Ciudad. Hay a quienes no les importa para llegar, a nosotros sí. Tampoco construimos con Carlos Grosso ni con Miguel Ángel Toma".
"Aparece la discusión de si ir con Kirchner o sin Kirchner. Hay que encauzar el debate. El Gobierno nacional ha puesto la acción en muchos temas que nosotros siempre reivindicamos (elogió las reformas a la Corte Suprema, la defensa de los Derechos Humanos y la renegociación de la deuda). Cómo nosotros desde el progresismo no vamos a reivindicar que un presidente le diga a los que integran una institución (las Fuerzas Armadas) que deben respetar los derechos humanos. Es para aplaudirlo sin ponernos rojos porque no seamos del gobierno".
"Me sorprendieron las declaraciones de Carrió cuando dijo que el discurso de Kirchner sobre los militares le sonaba a revancha. Igualito a lo que dijo Macri. Cada vez se parecen más".
"No quiere decir que estemos de acuerdo con todo con el Gobierno nacional. No compartimos los acuerdos con dirigentes o gobernadores que expresan lo peor de la política. Yendo a la Ciudad de Buenos Aires, vamos a apostar para que se conforme un frente progresista. Pero si se hace una opción política encerrada en un aparato, nosotros no vamos a acompañar. Tenemos que desarrollar un espacio propio, que no se quede cruzado de brazos a ver qué hacen los otros en 2007".
"El actual Gobierno de la Ciudad tiene la obligación de ser un gobierno progresista porque es lo que la gente votó en 2003. Yo quiero que le vaya bien al actual Gobierno de la Ciudad. Lo peor que se puede hacer es hacer especulaciones de conveniencia, de oportunismo y que la variable de ajuste sea la sociedad".
"Quiero prender una señal amarilla. Hay algo que me preocupa. Espero que no vuelvan a florecer ideas de privatización o privatización encubierta del Banco Ciudad".
"Hay quienes prefieren ser dueños de un quiosco que socios de un supermercado. Prefieren la cosa chiquitita pero que la manejan antes que crecer y abrir las puertas de un espacio político a la sociedad. Yo, en la cancha donde se cierre la política para no abrirla a la sociedad, en esa cancha no la juego".
"Tenemos que construir un frente en lugar de ver qué hace el compañero que está al lado. En todos los espacios políticos hay visiones distintas y si una autocrítica debo hacer es que durante el gobierno por ahí no abrimos muchos espacios para esta discusión. Y esto tenemos que hacerlo. Pero eso es una cosa y otra es patear los tobillos del que tengo al lado y que ha transitado el camino con nosotros. Para el quiosquito, no cuenten conmigo".