Los Misioneros de Francisco, un grupo de laicos de los Movimientos Populares, y sindicalistas de la CGT regional Zona Norte de la provincia de Buenos Aires caminaron 100 kilómetros con la imagen de la Virgen de Luján en los hombros desde la Basílica de la patrona de la Argentina hasta la casa donde vivió el tres veces presidente argentino, Juan Domingo Perón. Ayer, jueves 1º de julio terminó la peregrinación que llevaba las intenciones de “hermanos todos (Fratelli tutti, como la última encíclica del Papa Francisco) por la unidad nacional, la justicia social y la fe de nuestro pueblo”.
Para las ocho de la noche, en el patio de la casa donde vivió Perón a su regreso del exilio, junto a su tercer esposa María Esther Martínez, más conocida como Isabelita, encabezó la misa el cura villero Pepe Di Paola, acompañado por el sacerdote italiano Renato Maizza y en canto con guitarra la hermana Patricia.
Entre los peregrinos, miembros de los movimientos populares, y sindicalistas estaba Gustavo Beliz. El secretario de Asuntos Estratégicos Nacional llegó a los pocos minutos de concluir la peregrinación. Habló y saludó a los caminantes de la fe que estuvieron impulsados y acompañados por el secretario general de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), Esteban “Gringo” Castro con quien se mantuvo a su lado durante toda el rito cristiano. Poco minutos después de iniciar Di Paola la emotiva misa llegó sin llamar la atención y colocándose detrás del público, Gabriel Katopodis. Al ministro de Obras Públicas se le sumó, pero ya finalizada el encuentro espiritual, Santiago Cafiero. El jefe de Gabinete recorrió la casa del General Perón, hoy convertida en un museo, o la casa del reencuentro.
La imagen de la Virgen de Luján que peregrinó tiene una particularidad: en su manto las iniciales “JDP”. Fue realizada en el monasterio de las Carmelitas Descalzas Santa María de Luján, donde la semana pasada realizaron una misa para despedir a la imagen de la Virgen que peregrinó con los “Misioneros de Francisco ” y los integrantes de la CGT-Norte.
En febrero fue otra peregrinación que conectó a la Virgen de Luján con Perón. En esa oportunidad peregrinaron desde la basílica de Luján hasta la quinta de San Vicente, donde pasaron varios años Perón y su entonces esposa, Evita.
Perón, Eva y la patrona de la Argentina
Los peregrinos de la Virgen patrona de la Argentina tienen presente y así lo difunden a quien consulta el vínculo de Perón y Evita con la “madrecita”. Una de las pruebas son las fotos del 15 de noviembre de 1953, cuando el entonces presidente Perón, en Plaza de Mayo, junto al cardenal, Santiago Copello, realizaban la coronación pontificia de la imagen misionera de Nuestra Señora de Luján.
Menos documentada, pero no menos difundida, es lo que cuenta uno de los peregrinos de “la virgencita”, el ex recolector de residuos, Gabriel Duna, quien asegura que ”Perón cuando va al exilio, que se extendió 18 años, sólo se lleva una imagen de la Virgen de 10 centímetros y una foto de Evita”.
No sólo esto, Duna más conocido por su apodo de “Pato” (que siempre aclara a los forasteros nació, se crío y vive Luján) cuenta una anécdota muy difundida entre los creyentes de la localidad de Luján que “Evita iba seguido a la basílica a rezar solo acompañada por su chófer. Dejaba buena propina y esa relación al entonces obispo lo sorprendía”.
Para más datos del vínculo de la Virgen con Perón es el decreto presidencial del año 1947 para la estatización de los ferrocarriles donde se cita que “al unísono se declara a la Virgen de Luján patrona de los ferrocarriles de Argentina”.
“Pato”, quien coordina la Casita de la Virgen de Luján bendecida el pasado 8 de mayo por el obispo de Mercedes-Luján, Jorge Scheinig, recuerda que “Misioneros de Francisco” peregrinó antes de la pandemia desde Chivilcoy a Luján, por la orilla del Tren Sarmiento, llevando como estandarte una imagen del General Perón en recuerdo de ese vínculo de los trenes y la madre de Jesús.
Otro hecho histórico sobre la profunda fe cristiana de Perón y Evita, fue reflejada por Ignacio Cloppet (ver: https://www.perfil.com/noticias/opinion/ignacio-cloppet-el-dia-que-eva-peron-estuvo-en-el-vaticano.phtml) en un artículo donde escribe que “fueron designados con el título honorífico de Hermanos de la Primera Orden Franciscana, y no como por error se dijo, que fueron terciarios franciscanos. Una cosa es ser miembro de la Tercera Orden, y otra muy distinta es ser miembros plenos de la Primera, que implica compartir el legado espiritual y los beneficios religiosos –misas, triduos, indulgencias– de la comunidad franciscana, y que tan bien ha sido resumido en el discurso de Fray Perantoni. Esta distinción de la que gozan muy pocos mortales, les fue entregada en gratitud por lo que estaban haciendo en favor de la Orden de San Francisco en Italia y en la Argentina, y por su compromiso integral con la cristiandad”.
Por causalidad para los ateos, y para los creyentes, la providencia ya provocó dos hechos no previstos que coinciden con la historia.
Primero que se realizó la misa por la peregrinación desde Luján a Gaspar Campos, el pasado jueves 24 de junio, día del único nacimiento que los católicos celebran de un santo, Juan Bautista, el primo de Jesús, conocido por bendecir al mismísimo cordero de Dios en las aguas del río Jordán, que se llamaba como el tres veces presidente de los argentinos.
La segunda fortuita coincidencia, juran los “Misioneros de Francisco”, es haber llegado el jueves 1º de Julio a Gaspar Campos, justo la fecha del fallecimiento de Juan Domingo Perón.