Hebe de Bonafini le escribió una emotiva carta a Francisco, en la que admitió no conocer su tarea por los pobres. La misiva arranca con una referencia familiar: “Mi padre también se llamaba Francisco y era un santo trabajador de manos muy encallecidas de tanto trabajar para mantenernos”.
Luego, Bonafini hace un mea culpa: “Don Francisco, no sabía de su trabajo pastoral, sólo sabía que el máximo dirigente de la Iglesia argentina habitaba en la catedral; esa catedral que cuando marchábamos y pasábamos por delante, le cantábamos: ‘Ustedes se callaron cuando se los llevaron'”.
“Hoy, ante mi sorpresa, escucho a muchos compañeros explicar de su entrega y trabajo en las villas. Me alegro infinitamente al saber de su trabajo y siento esperanzas de un cambio en el Vaticano. Hemos sufrido mucho en esta Latinoamérica que hoy se levanta erguida gracias a sus dirigentes”, precisó.
La carta de la titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, llama la atención, justamente, porque ella fue una de las críticas más acérrimas de la Iglesia como institución, en general, y del ex arzobispo de Buenos Aires, en particular.
El jueves pasado, Mirta Acuña, vocera de Madres de Plaza de Mayo, se refirió a la unción de Jorge Bergoglio con una dura expresión: “Fue una sorpresa tan grande, porque pensé cómo un personaje así puede estar sentado en esa silla”. El mismo día, Bonafini fue escueta pero contundente: “Sobre este Papa que nombraron ayer sólo tenemos para decir: Amén”.