El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, suele ser noticia en los periódicos de todas partes del mundo por su irresponsabilidad al referirse y tratar la problemática de la pandemia de coronavirus.
Desde el inicio, el mandatario ultraderechista minimizó el brote y por eso las y los brasileños realizan constantes cacerolazos, e incluso el miércoles por la noche exigieron su renuncia.
Ahora, el mandatario carioca dice que se hará un nuevo test de coronavirus, y advierte que el pico podría llegar allí en el mes de junio. Con esto, Bolsonaro demuestra que la inicial negación que mantenía con la temática se va disipando y emerge la reacción que los brasileños esperan. Recién este jueves 19, el Ejecutivo ordenó el cierre temporal de las fronteras terrestres para los turistas.
Su reacción, aunque tardía, parece haberse creado este miércoles, cuando apareció junto a varios de sus ministros en una rueda de prensa en el Palacio del Planalto con el rostro cubierto por barbijos:
“Tendremos días duros de aquí en adelante, que serán menos difíciles si cada uno de vosotros se preocupara de sí mismo, de sus parientes y amigos. Vamos a seguir la orientación de las autoridades sanitarias y los consejos de higiene. El pánico no lleva a ningún lugar. El momento es preocupante y grave, pero vamos a evitar el pánico”.
Pero Bolsonaro se presenta como el presidente con peor performance en el tratamiento de la pandemia y consecuente defensa de su país. La semana pasada, luego que se conociera que uno de sus asesores tiene el Covid-19, Bolsonaro se hizo la prueba y medios brasileños publicaron que un primer test dio positivo, mientras se aguardaba el resultado de la contraprueba.
Más aun, el ministro de Infraestructuras, Tarcísio Freitas, informó este mismo viernes que Brasil no cerrará los aeropuertos y las estaciones de autobuses. Y hasta Bolsonaro criticó a los gobernadores de su país que cerraron los comercios para evitar la propagación del virus, alegando que “la gente no se puede quedar en su casa”. Esto no solo le está costando la reacción de su pueblo, sino también del repudio internacional y la caída en picada de su imagen positiva.
“Hay ciertos gobernadores que están tomando medidas extremas, que no les compete a ellos, como cerrar aeropuertos, cerrar carreteras, no les compete. Cerrar shoppings, cerrar ferias”, indicó Bolsonaro.
“La economía está parando, está parando. Están tomando medidas, a mi entender, exageradas. Cerrar el aeropuerto en Río de Janeiro. No le compete a él, mi Dios del cielo… Vi el decreto del gobernador de Río y confieso que quedé preocupado, parece que Río de Janeiro es otro país. No es otro país”, agregó.
Como si fuera poco, su propio hijo y el diputado, Eduardo Bolsonaro, protagonizó este miércoles una crisis diplomática al echarle la culpa a la “disctadura” de China por la muerte de miles de personas alrededor del mundo debido a la generación de esta enfermedad.
“Quienes recuerden lo que pasó en Chernobyl entenderán lo que pasó aquí. Sustituyan la central nuclear por el coronavirus y a la dictadura soviética por la china. Una vez más una dictadura prefirió ocultar algo grave a exponerlo y desgastarse, a pesar de que hubiera salvado innumerables vidas. La culpa es de China y la libertad sería la solución”, tuiteó Bolsonaro, adjuntado el hilo de Twitter de un periodista, Rodrigo da Silva, que detalla el supuesto ocultamiento del descubrimiento del Covid-19 por parte del régimen comunista.
Quem assistiu Chernobyl vai entender o q ocorreu.Substitua a usina nuclear pelo coronavírus e a ditadura soviética pela chinesa
+1 vez uma ditadura preferiu esconder algo grave a expor tendo desgaste,mas q salvaria inúmeras vidas
A culpa é da China e liberdade seria a solução https://t.co/h3jyGlPymv
— Eduardo Bolsonaro?? (@BolsonaroSP) March 18, 2020
La embajada china en Brasil reaccionó enérgicamente y por duplicado: no sólo desde la cuenta oficial de la legación diplomática, sino que el propio embajador, Yang Wanming, también respondió con dureza. “Sus palabras son un insulto maléfico contra China y el pueblo chino. Tan descarado comportamiento no se condice con su cargo de diputado federal, ni con su calidad como figura pública especial”, tuiteó Wanming.
@BolsonaroSP As suas palavras são um insulto maléfico contra a China e o povo chinês. Tal atitude flagrante anti-China não condiz com o seu estatuto como deputado federal, nem a sua qualidade como uma figura pública especial. @ernestofaraujo @RodrigoMaia @camaradeputados @
— Yang Wanming (@WanmingYang) March 19, 2020
De esta manera, el mundo mira de reojo a Brasil, que atenta no solo contra la paz diplomática en tiempos de pandemia sino que arriesga el correcto combate de un virus que no deja de infectar y matar personas alrededor del globo. Mas el coronavirus podría convertirse en el exterminio político de Jair Bolsonaro.