El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, vinculo a Alberto Fernández con distintas maniobras políticas durante anteriores campañas electorales. Cito, en un reportaje con el periódico Perfil, dos casos.
El primero, relacionado con una denuncia contra Enrique Olivera a horas de los comicios de medio término del año 2005, por omitir cuentas bancarias en el exterior. El segundo, por participar de la denuncia que relacionaba al candidato bonaerense Francisco De Narváez con los casos de efedrina, durante la campaña de 2009, cuando el ingeniero y el colorado compartían la alianza Unión Pro en la provincia de Buenos Aires.
El nexo entre las denuncias de Macri y Fernández es Daniel Bravo, hijo del extinto dirigente del partido Socialista Democrático y amigo del ex jefe de Gabinete de la Nación durante los primeros años del kirchnerismo.
En un comunicado de prensa, Fernández detalló que “en el primer caso (la presentación realizada ante la oficina anticorrupción por los depósito bancarios en el exterior de Olivera) jamás fui convocado a dar explicaciones sobre el tema, básicamente porque estaba absolutamente alejado de la campaña porteña”.
“No era candidato –agregó-, no tenía la responsabilidad de conducirla y solo participaba de la campaña presidencial. Si era el Jefe de Gabinete del gobierno nacional y me unía una amistad –que aún perdura- con quien realizó aquella presentación. Ello bastó para que se me cargara responsabilidad en el caso. Alguna vez le hice llegar al mismo Olivera a través de un amigo común, mi pesar por lo ocurrido”.
